
BUENOS AIRES, ARG. Lucir el nombre y/o la profesión o cargo bien visibles en el gorro quirúrgico mejora la comunicación efectiva interpersonal en el quirófano, especialmente en el manejo de crisis, lo cual puede aumentar la seguridad de los pacientes y reducir muertes prevenibles, asegura un anestesiólogo australiano, cuya propuesta, viralizada en las redes con la etiqueta o hashtag #TheatreCapChallenge (Desafío del gorro quirúrgico), empieza a hacer eco en algunos hospitales de Latinoamérica.[1]


Comunicación efectiva
En esencia, el principal beneficio de los nombres escritos en los gorros quirúrgicos es que ayuda a dirigir el mensaje a la persona precisa en situaciones críticas que requieren una acción coordinada eficaz del equipo de trabajo en el quirófano, como pueden ser una vía aérea difícil, reacciones anafilácticas, broncoespasmos, intoxicación sistémica por anestésicos locales, paro cardiaco o choque hemorrágico, enumeró el Dr. Urtubia, quien tiene una maestría en control de la vía aérea de la Universidad de Valencia, en España, y también es secretario general de la Sociedad Chilena de Medicina Crítica y de Urgencias (Red Intensiva). "Los miembros del equipo no siempre están juntos, muchas veces no se conocen. Nos reunimos para una cirugía determinada y pueden pasar días o semanas para que se reúna el mismo equipo", explicó el Dr. Urtubia. Se ha documentado que 25% - 30% de los cirujanos no recuerdan el nombre de los instrumentadores o anestesiólogos con quienes comparten tareas en el quirófano, y la confusión sobre los papeles de los miembros del equipo parece ser más frecuente cuando se trata de médicas.[3] El anestesiólogo chileno precisó que de acuerdo con el concepto del manejo de recursos en crisis, uno de los requisitos básicos de la comunicación efectiva es que las indicaciones u órdenes sean dadas a la persona individual y mirándola a los ojos, para que esta se cumpla.[4] "De otra forma aumenta la posibilidad de que esa orden no se cumpla o no se haga de la manera adecuada", expresó. Un tercio de las fallas de comunicación identificadas en el quirófano aumenta la ineficiencia y la tensión de los profesionales intervinientes, según un estudio canadiense de 2004.[5] En ese sentido, exhibir de forma visible el nombre (y la profesión) de todos los integrantes del equipo quirúrgico puede evitar malentendidos y retrasos en la ejecución de las acciones. El Dr. Hackett recordó circunstancias en que se pidió a estudiantes que terminaran una cirugía o demoras en la aplicación de la reanimación cardiopulmonar en un paro cardiaco, porque ningún profesional se sintió aludido por la orden de iniciar las maniobras. La iniciativa incluso alienta que no se muestren solo los apellidos. En un tuit que publicó el 2 de enero en su cuenta @patientsafe3, el Dr. Hackett citó a una colega británica, la Dra. Fiona Kelly, quien sostuvo en un congreso que conocer los primeros nombres es la "manera más efectiva de mejorar habilidades no técnicas: mejora la comunicación, aplana las jerarquías, reduce la confusión en el quirófano y mejora la moral y el trabajo de equipo". Aunque todavía no hay evidencias del impacto de esta campaña en la seguridad de los pacientes ("es difícil mostrar algo tan subjetivo cuando las situaciones críticas tienen una frecuencia muy baja", señaló el Dr. Urtubia), al menos un estudio en personal quirúrgico de un hospital británico mostró que 80% cree que el uso de los gorros quirúrgicos con nombres podría mejorar aspectos de la comunicación, y 76% apoyaría su implementación amplia en la institución.[6]Adhesiones y resistencias
Para el Dr. Urtubia, la segunda vertiente de beneficios del desafío del gorro quirúrgico que confluye en la seguridad del paciente tiene que ver con la humanización.

Con la misma tenacidad, la Dra. Carla Soviero, cirujana oral y maxilofacial y especialista en gestión de riesgo y seguridad hospitalaria que impulsó el desafío del gorro quirúrgico en el Hospital Cristo Redentor, en Porto Alegre, Brasil, admitió a Medscape en español que todavía no consiguió sensibilizar para la causa a colegas y autoridades. "Hubo fallas de comunicación, la responsabilidad es mía", se incriminó. "Pero a pesar de haber perdido la batalla, no perdí la lucha". Otros profesionales del equipo quirúrgico sostienen que los gorros con nombres son innecesarios, porque la forma de desempeñarse en situaciones críticas ya está descrita en guías de práctica o protocolos. "Si algo pasa en el pabellón, cada una de las personas que está ahí sabe qué hacer. Existe un protocolo que se revisa antes, durante y después, para minimizar riesgos", declaró un cirujano chileno.[7] Sin embargo, para el Dr. Urtubia eso implica desconocer las estrategias de manejo de recursos en crisis y la importancia de la comunicación efectiva, como lo difundió desde comienzos de la década de los 90 el anestesiólogo David Gaba, de Stanford University, en Estados Unidos. "En Latinoamérica no tenemos esa cultura del manejo de recursos en crisis, nos cuesta que nos haga sentido, y somos más renuentes a los cambios". Por último, hay quienes temen que el uso de gorros quirúrgicos de tela con nombres, en lugar de descartables, pueda aumentar el riesgo de infecciones hospitalarias. Pero "la evidencia disponible sugiere que es poco probable que el uso de opciones descartables reduzca las tasas de infección, y puede crear riesgos adicionales, como fallas de comunicación en la sala de operaciones", concluyeron dos cirujanos en un reciente editorial en el Journal of Patient Safety and Risk Management.[8] Los doctores Urtubia Valenzuela y Soviero han declarado no tener nignún conflicto de interés económico pertinente.
Referencias.
- PatientSAfe Netwoork. Theatre Caps on the Map. Publicado el 3 de mayo de 2019. Consultado en versión electrónica. Disponible en: Fuente
- Pais A. #TheatreCapChallenge, la sencilla idea que "está salvando vidas" en las salas de operación. BBC News. Publicado el 17 de marzo de 2019. Consultado en versión electrónica. Fuente
- Audit & Quality Improvement. What’s my name? Recall of theatre staff names after team brief. Consultado en versión electrónica. Fuente
- Recursos en el manejo de crisis para mejorar la seguridad del paciente. European Society of Anaesthesiology. 28-31 May 2005. Fuente
- Lingard L, Espin S, Whyte S, Regehr G, y cols. Communication failures in the operating room: an observational classification of recurrent types and effects. Qual Saf Health Care. Oct 2004;13(5):330-4. doi: 10.1136/qhc.13.5.330. PMID: 15465935. Fuente
- Gorman S, Cox T, Hart RS, Marais L, y cols. Who's who? Championing the '#TheatreCapChallenge'. J Perioper Pract. Jun 2019;29(6):166-171. doi: 10.1177/1750458919839686. PMID: 31081730. Fuente
- González C. "El desafío del gorro quirúrgico busca mejorar la seguridad de los pacientes en el pabellón". El Mercurio. Publicado el 1 de abril de 2019. Consultado en versión electrónica. Fuente
- Duncan K, Hauss E. Competing patient safety concerns about surgical scrub caps – Infection control vs. breakdowns in communication. Journal of Patient Safety and Risk Management. 2019;24(6) 224-226. doi: 10.1177/2516043519895121 Fuente