Este multiespacio lo tiene TODO. Su amplísimo local se encuentra dividido en la tapería, nada más entrar, con varias mesas altas y bancas para un tapeo más informal; el espacio gastronómico, para disfrutar a mesa y mantel de su carta diferente; la biblioteca, con unos sofás y sillones que invitan a pasar toda la tarde con una revista o buen libro acompañado de copa o café; y la zona que mas me gustó: su bodega. Un lugar increíble para una celebración especial y original, rodeado de los nichos que contienen las innumerables referencias de caldos que poseen, con posibilidad de ser alquilados por sus clientes para tener su propia bodega en la temperatura y con los cuidados imprescindibles. Además, éstos podrán elegir entre llevar a casa o tomar en el local, pagando únicamente el descorche. Y por último, otra zona de reservados, con capacidad para 60 personas y con paneles que permiten distribuir el espacio y adaptarlo al número de comensales.
La decoración de las diferentes áreas viene de la mano de Sol Villamor, responsable de la calidez y armonía que La Cabra transmite, optando por colores crema y pasteles que aporten luminosidad.
La Cabra es la creación del chef Javier Aranda, que tras formarse y moldear su estilo en lugares como Santceloni, El Bohío o Piñera, y recibir el segundo premio como mejor cocinero revelación en Madrid Fusión 2012, ha llevado su sueño a este rinconcito de Chamberí. Se apoya en un equipo joven y de confianza, con Iván Castro Feranade en cocina y Javier Usarrando como sumiller.
Javier ha querido ofrecer en su local el equilibrio perfecto a través de una cocina de mercado con toque de creatividad e innovación, para conseguir una fusión de sabores y texturas sorprendentes, con la calidad de la materia prima por delante. Adaptan su carta a la temporada, y tal y como me comentó, a la vuelta de verano tienen pensado darle un papel importante a los platos de caza, tanto pelo como pluma, ofrecer tres pucheros diarios y apostar por la combinación tierra-mar.
La carta de la tapería es distinta de la del gastro. Nosotros disfrutamos de la primera y sin lugar a dudas la otra opción queda pendiente, para disfrutar de platos como el calamar de potera relleno de manitas de cerdo o el cochinillo. Después de dos aperitivos, nos sorprendieron con unas vieiras, habitas y mantequilla blanca al anís, tomates pera rellenos de burrata, raviolis con yema de huevo, y su excelente carrillera, que tuvimos que pedir por partida doble. Y por supuesto todo ello con una presentación sobresaliente.
Para culminar, su jugosa torrija acompañada de helado es altamente recomendable, pero sin dejar atrás el coulant de chocolate o los helados de sabores como leche quemada o chocolate blanco. Un placer para los cinco sentidos.
El precio medio de la tapería ronda los 25-30€ y el del gastro en torno a los 45€, con posibilidad de menú diario a 13,5€ además de su menú degustación.
La Cabra comienza la mañana sirviendo desayunos y permanece en horario continuado hasta las 2 am, pudiendo concluir el día con un cóctel en su biblioteca. Además todos los martes organizan catas de vinos para grupos reducidos al módico precio de 20€, que incluye seis degustaciones y algún picoteo de parte de la casa.
Sin lugar a dudas, un espacio que se adapta a todas las necesidades y horarios y que va a pisar fuerte a la vuelta de las vacaciones, asegurándose un hueco en la oferta gastrónomica de la capital. No seas el último en probarlo.
¡FELIZ SEMANA!
La Cabra
C/ Francisco de Rojas, 2
zona Chamberí
Madrid
914457750
http://www.restaurantelacabra.com/