Y quedó claro con la elección del nuevo alcalde de Granada, el socialista Francisco Cuenca, que fue elegido alcalde con el voto del PSOE, de Podemos, de Izquierda Unida y también el de Ciudadanos. Sí, la formación naranja votó unida a la izquierda para elegir a un alcalde del PSOE, en sustitución del dimitido José Torres Hurtado. Algo que muchos no comprendemos, más cuando el propio Torres Hurtado y otros dos concejales dimitieron como consecuencia de una supuesta trama corrupta en la ciudad de la Alhambra. Es decir, el Partido Popular cumplió, abriendo el correspondiente expediente, los concejales implicados dimitieron, y sin embargo Ciudadanos, de la mano del ex senador socialista Luis Salvador y hoy líder de Ciudadanos, no ha querido apoyar a un nuevo alcalde popular, prefiriendo al socialista, de la mano de la extrema izquierda. Una actuación lógica en un partido que se define de centro izquierda… Y también quedó claro con la decisión de Ciudadanos en Andalucía de permitir que Ramírez Arellano, consejero de Economía de la Junta, continúe en el cargo, no exigiendo su dimisión en virtud del pacto suscrito entre la formación de Albert Rivera y el PSOE andaluz, al considerar que el proceso judicial en el que está inmerso, consecuencia de su etapa como Rector de la Universidad de Sevilla, es de carácter administrativo. Lo malo es que ahora queda la duda y ya no sabemos si esa explicación es la verdadera o se esconden otras intenciones políticas, porque estos de Ciudadanos son muy exigentes cuando apoyan a alguien del PP y muy laxos y comprensivos cuando el apoyado es del PSOE. Y si a esto le unimos que Rivera ya está amenazando y dice que al final va a tener que quemar todos los puentes con el Partido Popular pues, según parece, está harto de los ataques del PP, pues tenemos la cuadratura del círculo. Lo que me parece a mí es que la cabra tira al monte y Ciudadanos a sus orígenes izquierdistas, algo que cada día esconden menos. Lo que espero es que mucha gente que ha votado de buena fe, pensando que Ciudadanos era un complemento del Partido Popular, abran los ojos, porque como en Granada su voto puede ir a pactar junto a la izquierda radical.
Y quedó claro con la elección del nuevo alcalde de Granada, el socialista Francisco Cuenca, que fue elegido alcalde con el voto del PSOE, de Podemos, de Izquierda Unida y también el de Ciudadanos. Sí, la formación naranja votó unida a la izquierda para elegir a un alcalde del PSOE, en sustitución del dimitido José Torres Hurtado. Algo que muchos no comprendemos, más cuando el propio Torres Hurtado y otros dos concejales dimitieron como consecuencia de una supuesta trama corrupta en la ciudad de la Alhambra. Es decir, el Partido Popular cumplió, abriendo el correspondiente expediente, los concejales implicados dimitieron, y sin embargo Ciudadanos, de la mano del ex senador socialista Luis Salvador y hoy líder de Ciudadanos, no ha querido apoyar a un nuevo alcalde popular, prefiriendo al socialista, de la mano de la extrema izquierda. Una actuación lógica en un partido que se define de centro izquierda… Y también quedó claro con la decisión de Ciudadanos en Andalucía de permitir que Ramírez Arellano, consejero de Economía de la Junta, continúe en el cargo, no exigiendo su dimisión en virtud del pacto suscrito entre la formación de Albert Rivera y el PSOE andaluz, al considerar que el proceso judicial en el que está inmerso, consecuencia de su etapa como Rector de la Universidad de Sevilla, es de carácter administrativo. Lo malo es que ahora queda la duda y ya no sabemos si esa explicación es la verdadera o se esconden otras intenciones políticas, porque estos de Ciudadanos son muy exigentes cuando apoyan a alguien del PP y muy laxos y comprensivos cuando el apoyado es del PSOE. Y si a esto le unimos que Rivera ya está amenazando y dice que al final va a tener que quemar todos los puentes con el Partido Popular pues, según parece, está harto de los ataques del PP, pues tenemos la cuadratura del círculo. Lo que me parece a mí es que la cabra tira al monte y Ciudadanos a sus orígenes izquierdistas, algo que cada día esconden menos. Lo que espero es que mucha gente que ha votado de buena fe, pensando que Ciudadanos era un complemento del Partido Popular, abran los ojos, porque como en Granada su voto puede ir a pactar junto a la izquierda radical.