La cagada del palomo cojo

Por Rosarobson

Sí, ya sé que he tenido muy desatendido el blog, pero es que estar inmersa en un proyecto donde cada vez que parece que vas a ver la luz al final del túnel, surge otro problema, te absorve la energía vital y el humor necesario para no escribir posts demasiado coñazos.

Hay veces que no puedes evitar pensar eso de ¡quién me pone la pierna encima pa que no levante cabeza!, que seguro que fue la gitana a la que no le compraste el romero la que te echó el mal de ojo (aaaayyyy, paaaaalla, comprame el romero de la güena suerte, sólo 50€ de ná… y la mujer tiene razón, porque ¿qué son 50€ a cambio de la felicidad eterna?) o que un palomo cojo te ha cagado de tal forma que la mala suerte te persigue sin descanso.

Parece que el proyecto sigue adelante y con buenas previsiones, pero ¡cuánto se sufre, Dios mío!

Pasando a otro tema, el fin de curso siendo madre soltera también es complicado y estresante: las notas, la pereza del verano que llega, organizar las vacaciones, ufff, too much. La gran ventaja es que los padres comparten vacaciones y puedo planificar mi pedicura, depilación o escribir un post sin que nadie me esté llamando cada 5 minutos. Vamos que mañana me voy de cañas y estoy más feliz que una perdiz. VIVA EL VERANO, mi estación favorita, por cierto.