La caída de Asad

Publicado el 14 febrero 2012 por Cronicasbarbaras

Comenzamos llamándole primavera árabe a las rebeliones contra las dictaduras socialistas de los países musulmanes del Mediterráneo, iniciadas en Túnez, pero todos han caído bajo partidos religiosos que se proponen volver, tarde o temprano, a las esencias de Mahoma en el siglo VI.

Ahora la lucha está en la dictadura más laicista de todos, Siria, donde existe una cierta libertad de conciencia de la que gozan los cristianos, el diez por ciento de los 22,5 millones de habitantes del país.

Una minoría, como lo es también la secta alauí, una rama chiíta del dictador, Bachir el-Asad, mucho más liberal que el chiismo de su aliado y protector, Irán.

El 74 por ciento de la población, que es sunita, aceptaba intimidada la secta de Asad, pero desde hace un par de años Al-Qaeda y los Hermanos Musulmanes han ordenado levantarse contra esa herejía.

Recuérdese que uno de los líderes de la revolución contra Gadafi fue el terrible jefe de Al-Qaeda en Libia, Abdel Hakim Belhadj: es el mismo que llegó con unos 2.000 jihadistas a la ciudad siria de Homs, masacrada por el brutal régimen, pero que no es peor que esos fanáticos islamistas que llamamos luchadores por la democracia.

Este fin de semana el heredero de Bin Laden como jefe de Al-Qaeda, Ayman Al Zawahiri, ha invitado a todos los creyentes a unirse a la lucha contra el perjuro régimen sirio, como pidió en su vídeo “Adelante, leones de Siria”.

Si las dictaduras que fueron cayendo representaban lo peor del siglo XX, lo que viene es lo peor del siglo VI, la imposición de las normas y costumbres medievales y sangrientas creadas por Mahoma, algo que muchos medios informativos ocultan.

Cuando caiga Asad seguramente veremos en televisión exterminar a alauíes, y detrás a otras minorías, entre ellas la cristiana.

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SALAS, hoy muy gamberro