La caída de los gigantes
Autor: Ken Follett Género: Narrativa
Editorial: Plaza & Janés Serie: 1º The Century
ISBN:9788401337636 Precio: 24,90€
La historia empieza en 1911, el día de la coronación del rey Jorge V en la abadía de Westminster. El destino de los Williams, una familia minera de Gales, está unido por el amor y la enemistad al de los Fitzherbert, aristócratas y propietarios de minas de carbón. Lady Maud Fitzherbert se enamorará de Walter von Ulrich, un joven espía en la embajada alemana de Londres. Sus vidas se entrelazarán con la de un asesor progresista del presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, y la de dos hermanos rusos a los que la guerra y la revolución les ha arrebatado su sueño de buscar fortuna en América.Al igual que desde temprana edad me transmitieron una preferencia por los libros voluminosos, si bien esto no es señal de calidad, también crecí con el referente de la obra maestra de Ken Follett.
Tras el éxito de Los pilares de la Tierra y Un mundo sin fin, Ken Follett presenta esta gran novela épica que narra la historia de cinco familias durante los años turbulentos de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y la lucha de hombres y mujeres por sus derechos.
Precisamente sus libros no suelen ser breves y aunque el tiempo libre sea escaso, siempre es un placer leer una de sus historias. La primera entrega de la trilogía The Century no ha sido menos: a través de cinco familias de diversos orígenes, tanto de estatus como de patria, nos sumergimos en la historia de nuestros antepasados.
Se trata de un reflejo de acontecimientos señalados, de las costumbres e ideologías del siglo XX, en definitiva, un viaje que nos hace comprender la realidad pasada con la presente. También nos muestra la fatalidad de una guerra que no entiende de amistades ni de amor, tan sólo de fronteras y poder. Los caminos de dichas familias se entrecruzarán en una larga y cruda lucha de cambios sociales.
Una muestra de la clase obrera es la familia Williams, donde la presencia del cabeza de familia, David, y sus hijos, Billy y Ethel, es fundamental para conocer las duras condiciones de la mina en Gales, el papel de los sindicatos y la doctrina religiosa. Al lado opuesto y también de origen inglés, destacan los aristócratas FitzHerbert; una familia acomodada y conservadora que se codea con altas personalidades políticas y monárquicas. Entre sus componentes encontramos al conde Fitz, a su mujer la princesa rusa Bea y a lady Maud, hermana del conde y gran activista por los derechos de la mujer.
Walter es uno de los representantes de la familia alemana Ulrich, cuya labor recae en la diplomacia y en el espionaje. En Rusia encontramos a los hermanos Kostin, conocidos como Gregori y Lev, ambos con personalidades muy distintas pero con un sueño común: viajar a América y dejar atrás el pasado. Por último, como ejemplo de familia estadounidense encontramos a los Dewar. En ella principalmente destaca Gus, hijo del senador y consejero personal del presidente de Estados Unidos.
A partir del relato de sus vidas, llenas de inquietudes y anhelos, hacemos un recorrido histórico por la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa pero también muestra los rechazos sociales que se hacían a las madres solteras o la eterna lucha por el sufragio femenino, entre otros aspectos.
Me resulta difícil sintetizar más de 1.000 páginas, no obstante, intentaré realizar en una valoración global. Con una narrativa impecable, Ken Follett reafirma una vez más la capacidad que posee para crear y saber contar historias ficticias con un trasfondo histórico a través de múltiples personajes. Algunos caen mejor que otros, sin embargo, de una forma u otra todos generan interés sobre sus logros. Únicamente el personaje de Bea me ha sabido a poco, en realidad creo que se ha quedado a medio gas.
Es de agradecer que, a pesar de las circunstancias, no se recree en la cara amarga de la guerra. Por tanto, no detalla excesivamente las consecuencias de ésta: la violencia, el hambre y la desolación. Además, como es habitual en el autor, éste libro no se salva de incluir escenas sexuales.
En definitiva, "La caída de los gigantes" no deja de ser una lección o un recordatorio de cómo hemos llegado a ser lo que somos, nuestros derechos y nuestras raíces. Pero la lucha sigue en la segunda entrega: "El invierno del mundo".