La caja única vasca

Publicado el 06 septiembre 2010 por Edu_rob
Sólo hay dos tipos de Comunidades Autónomas en España. Aquéllas cuya caja de la Seguridad Social ya ha quebrado, y aquéllas otras en las que quebrará en el futuro. Como a mí no me gustan las historias de vencedores, ni creo en ellas, hoy me detengo para hablarles de las primeras, las ya quebradas. Para el resto ya habrá tiempo.
Según datos recién publicados por el Ministerio de Trabajo, referidos a diciembre de 2008; he dicho bien, 2008, Aragón, Extremadura, Cantabria, País vasco, Castilla y León, Galicia y Asturias están ya, a esta fecha, y si hiciéramos las cuentas por partes, en números rojos. Es decir, que han pagado a sus pasivos más de lo que ingresaron de sus activos.
Esto significa, para que se me entienda clarito, que las cotizaciones que realizan los empresarios y trabajadores que residen en estas Comunidades son insuficientes para pagar las pensiones de sus conciudadanos ya jubilados. De sus paisanos. De sus compatriotas. De sus lugareños. De sus mayores. O como los queramos llamar.
Es decir otra vez, que si los pensionistas de estas Comunidades pueden cobrar hoy sus merecidas pensiones, es sólo gracias a la solidaridad obligatoria de otras Comunidades Autónomas, para más señas, españolas, que presentan todavía unas cuentas sociales con superávit. Las principales, Madrid y Cataluña. Faltaría más. ¡Vaya sorpresa!
Pues, hete aquí y gózate allá, que los vascos, los muy vascos, los más vascos del peneuve, aprovechando las taifas que navegan por el Nervión, quieren condicionar su voto positivo a los presupuestos generales del 2011, a que se les entregue su caja de pensiones. Su caja quebrada, digo yo.
¿Cómo? Pues eso. ¡Aibalaleche, Iñaki! Que quieren, para ellos y para siempre, llevar sus cuentas en materia de pensiones. Que dicen que lo nuestro es suyo.
No sé si habrá alguien en el Gobierno Central capaz de hacerles ver que, si quieren lo nuestro y quedarse con lo suyo a partir de ahora, antes tienen que pagar lo que deben a esta facción. Lo que se les ha financiado desde otras Comunidades españolas, principalmente Madrid y Cataluña. Y que sumaba, a diciembre de 2008, casi 750 millones de euros.
Yo sólo espero que no tengan suerte en su petición. Porque ahora la palabra suerte significa lo peor.