LA CALLE Y EL SOBERANO
El hombre libre nunca pedirá permiso para poder andar por el mundo que le pertenece.Los venezolanos llevan más de cien días exigiendo que se respeten sus derechos constitucionales, que los presos políticos sean liberados y que su libertad sea plena y digna.Los políticos no terminan de entender que es el soberano el que los mantiene vivos en su carrera y que de paso cuando logra algún puesto público es el mismo soberano el que les cancela su sueldo. Para nadie es un secreto que en Venezuela existe dos bloques de opinión y que cada uno de ellos tienen sus líderes que se han dado a la tarea de creerse los amos y señores de las ideas y decisiones que puedan tener los ciudadanos.La calle en Venezuela se convirtió en la tarima para que el soberano defienda su postura política y sus más firmes deseos, por eso es que la calle y el soberano tiene más poder que cualquier decisión que tomen sus representantes políticos. Para muchos al escuchar las palabras negociación o dialogo les incomoda porque de una u otra forman se sienten traicionados cuando se hacen tras bambalinas, mejor llámamelos convenios para estar más claros en el momento de tomar una decisión y que se han tomadas en pro del soberano y con su consentimiento. Los que está pasando en Venezuela, es muy preocupante por las acciones que toma el régimen, como la parte opositora, ya que hay cosas que pareciera que bajo del puente este pasando mucha agua sucia.La calle y el soberano están tomando su valor legítimo, los líderes de oposición como los del régimen están entendiendo que ellos sin los ciudadanos no son nada y no hay nada más peligroso para una idea con la calle sola y abandonada.
Lo que se ve en las calles de Venezuela no es para estar tomando acciones o decisión sin tomar en cuenta el clamor de los ciudadanos que piden respeto y libertad. No es tiempo de retóricas populistas ni de estar comprando conciencias con bolsas de comida o con marchas llenas de pasión en donde se pierde la razón. Los venezolanos están pidiendo un cambio de sistema, no la de personajes donde cambian la cara pero no la idea ni la forma de gobernar.El mundo observa con mucha cautela lo que pasa en las calles y analiza lo que piensa el soberano, pero no pasa más de ahí, ya que los problemas de Venezuela son autónomos y son sus ciudadanos los que tienen que solucionar sus diferencias.Venezuela hoy sufre al ver como el soberano se mata entre si, en sus calles donde años atrás vivía la libertad y la cordialidad, el país no puede permitir que esto termine en una guerra civil por culpa de unos enfermos de poder que, sólo piensan en su bienestar sin importar lo que les pide o exige el ciudadano.Los venezolanos no pueden seguir alimentado al tirano y, bien los decía Etiennie de la Boétie “Jamás ha sucedido que los tiranos, para asegurarse, no se hayan esforzado por habituar al pueblo no sólo a la obediencia y a la servidumbre sino también a la devoción hacia ellos. Lo que enseña, pues, a la gente a servir más a gusto.”En Venezuela los que más daño le han hecho al país no son sus gobernantes sino los llamados enchufados, porque el gobernante sin aliados se queda desnudado. Que no calle la calle y que hable el soberano, porque en él está la libertad que permite que un país avance.
Luis F. Córdoba R. @lfcr81
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