Hora Entrada: 10:01 Hora Salida: 10:52
Botella: 15l
BAR Entrada: 200 Bar Salida: 30
Profundidad: 20,7m
Tiempo en el Fondo: 51'
Medio: Salida en Barco.
Temperatura Agua: 26° Superficie y 23,2° en fondo.
Visibilidad: Muy alta, 10-15m
Paradas: 5m:3'
Centro de Buceo: Subsiluet
Tiempo Acumulado: 10 horas y 30 minutos.
Aunque en las últimas inmersiones había descendido sin mayores problemas, quería saber si realmente había superado todos mis problemas. Por ese motivo, y aprovechando que Benja no iba a venir a bucear, decidí acercarme a hacer una inmersión con los amigos de Subsiluet. Además, MªJesús decidió que ya era el momento de hacer el bautismo y probar esto de meterse bajo el agua con el equipo autónomo.
Me tocó bucear con Edu, un tipo con gran experiencia y con el que ya habíamos coincidido en otras inmersiones en este diving center. Cuando llegó el momento de descender, mis angustias volvieron a aparecer. A dos metros de profundidad, tuve que ascender. Me llegó el agobio. Pero como en el resto de inmersiones, me mentalicé y descendí. A partir de ahí, todo fue perfecto. Todo está en mi cabeza. Hay que buscar la forma de superarlo.
Una vez abajo, algún nudibranquio que no había visto jamás (seguro que había pasado por encima de ellos más de una vez) y que Edu tenía la amabilidad de ir mostrándome. También me mostró una escórpora agazapada en una grieta y que no se movió a pesar de mi insistencia con la cámara. Parecía posar par mí.
Algunos problemas de comunicación hicieron que en un momento dado mi compañero entendiera (culpa mía) que tenía más aire del que él creía. Con eso, Oscar nos quiso enseñar un lugar que había no muy lejos e iniciamos el camino hacia el destino. Mi pésimo estado de forma (bastante relacionado con mi lesión de rodilla de mayo y el posterior accidente de moto) hizo que en un momento dado, sin darme cuenta, estuviera jadeando. No tenía suficiente aire. Me puse nervioso. Me preocupé. Edu se dio cuenta y me miraba mientras yo le mostraba mi pulgar apuntando hacia arriba. Espera, me señaló. Sin darme cuenta, y supongo que debido a la híper-ventilación, empecé a ascender. Oscar y Edu me miraban y respetaban lo que ellos pensaban que era mi decisión de ascender. En cuanto me vieron soltar aire usando la tráquea entendieron que no quería subir en un peligroso ascenso boyante y me ayudaron a descender agarrándome por los pies. Una vez a su altura, Oscar presionó mi regulador para darme escape libre y pude recuperar el ritmo respiratorio y lo que es más importante, la calma.
Supongo que vamos aprendiendo cosas a medida que vamos adquiriendo experiencia, pero es cierto que es importante que lo que te suceda sea con compañeros muy experimentados. Poco a poco voy ganando confianza y voy aprendiendo como manejarme bajo el agua.
Os dejo el vídeo, aunque tampoco esperéis ver nada del "momento" ya que no estaba yo para muchas cámaras... :-)
Ahora sólo queda esperar que Mª Jesús haga su curso, obtenga su título y podamos empezar a hacer inmersiones juntos. Estoy convencido que poder compartir con ella esta afición va a ser increíble...
Que vaya muy bonito,