En San Luis se disputó un partido oficial de la B Nacional en un campo de juego al que le sobraban líneas. ¿El Motivo? El estadio Gilberto Funes fue una de las sedes del Mundial de fútbol para personas con parálisis cerebral, disciplina que se practica en una cancha con dimensiones acotadas. Más allá de la rareza, Estudiantes de esa ciudad y All Boys gambetearon los obstáculos visuales.