-¿New Wave casi controlada después de la New Wave descontrolada?.-
Lo que nos cuenta. Celeste Lou se dirige a La Mirage para impartir justicia en un evento en el que parece que hay indicios de brujería, en concreto núcleos de energía radioactiva pertenecientes a la ciencia negra, algo prohibido desde que cientos de años atrás el planeta fuese casi arrasado por tecnología humana destructiva. Allí también se dirige Luminosa Sue para tratar de defender el caso, porque considera que alguien ha puesto una trampa a los suyos, y tiene razón porque la situación ha sido planificada por algunas personas que creen necesaria la vuelta de esa tecnología para alejarse de la ley del músculo, sol, viento y agua, con los ojos puestos en un remanente de la Era Espacial.
Mi opinión. Trabajo postapocalíptico que no recurre a la distopía (por más que la sociedad retratada se las traiga a su manera) y prefiere apuntar a cómo aquellos que recuerdan los viejos días intentan traer de vuelta muchas de sus cosas (buenas y malas), que aunque entre sus páginas se sienten coletazos de New Wave consigue que la tendencia no se coma el libro (aunque hay un momento del libro bastante lisérgico) y sólo parezca una mezcla de hipismo y religión oriental, que se podría ver como un choque de tendencias algo trasnochado si quisiéramos buscarle trascendencia, que ha envejecido mal y que tiene un punto curioso desde lo que suelo llamar “arqueología de género”, algo importante para entender cómo se ha ido llegando a la realidad actual de la Ciencia-Ficción y a través de qué caminos, enrrevesados muchas veces.
Destacado. Contraculturalidad de postal por todas partes.
Potenciales Evocados. Ambientes de “Esperando al Zephyr” con tonos de “Hair” pero picantones.