Estas semanas fueron dominadas por el regreso de la temperamental Polly Jean, por lo menos hasta el miércoles, día del estreno de The Strokes. Incontables medios musicales hicieron reviews y compartieron canciones de Let England Shake, su octavo disco, y está muy bien. Luego de la furia guitarrera de Uh huh her, Pj Harvey se encerró con su banda en una iglesia del siglo XIX al sur de Inglaterra y produjo un rosario de canciones sobre el sombrío estado en el que se mueve nuestro fuckin mundo. Lejos de llenar su música de telarañas de gritos, las canciones son bastante accesibles y pegadizas. Sobre todo la bienvenida con la homónima Let England Shake y el hitazo The Words That Maketh Murder. Pero la que nos entró de a poco y terminó siendo nuestra favorita tiene el encanto misterioso de la muerte, esa enemiga que se acerca lentamente y nos canta al oído durante toda la vida.
Pj Harvey dice una simple verdad: la muerte está en todo y en todos. Claro que dicho esto mientras suena una banda toca en una iglesia la cosa no puede pintar positiva. Pero hay mucha luz en All and Everyone. La guitarra sermonea bajito y mientras la voz de Pj alterna tonos de bronca y resignación, todo lo que dice es tan bello y poético que uno no puede dejar de creerle y salir al mundo a disfrutar junto con la maldita parca.