La cantera del celta no envidia a la masía

Publicado el 16 junio 2012 por Jmporense @futbolbaseymas

La cantera del Celta vive uno de sus mejores momentos

¿La Masía? He visto todas las canteras del fútbol español y no tenemos nada que envidiar de ninguna; incluso el Barcelona, que nos supera ampliamente en medios, se ha interesado por nuestro programa informático de gestión". Toni Otero, máximo responsable de las categorías inferiores del R.C. Celta, habla con la seguridad de quien conoce bien lo que lleva entre manos. Diez jugadores formados en A Madroa forman parte del primer equipo, la mayoría de ellos como titulares indiscutibles, y nueve cadetes y juveniles han sido internacionales con España estos últimos años en las categorías sub-16, sub-17, sub-18 y sub-19. La cantera del Celta vive, sin duda, uno de sus mejores momentos y goza de un merecido prestigio.Unos 200 chavales se forman en la actualidad en las categorías inferiores del R.C. Celta, agrupados en 11 equipos. Además del Celta B hay dos equipos por cada categoría: juveniles, cadetes, infantiles, alevines y benjamines. A ellos hay que sumar unos 80 niños de entre 4 y 12 años que asisten a las Escuelas Deportivas de la Fundación. Entre cadetes y juveniles, el Celta tiene a 17 chavales en régimen de residencia en el Colegio Marcote, donde también cursan sus estudios; entre ellos Levy Madinda, internacional absoluto con Gabón.La apuesta por la cantera es una decisión personal del presidente del Celta, Carlos Mouriño. Tras varios años de progresión, a costa sobre todo de mucho trabajo por la falta de medios económicos, la cantera celeste quiere dar ahora "un paso adelante" que coincide con el regreso del primer equipo a la élite del fútbol español. Además de Toni Otero, en las categorías inferiores trabajan otras dos personas del club, Manu Sotelo y Wagner Molina, este último responsable de la Escuelas Deportivas. Son ellos quienes se encargan de coordinar el trabajo de los 30 entrenadores y preparadores físicos que dirigen los diferentes equipos.El Celta tiene convenios con 54 clubes de toda Galicia. Sólo el 50% de los chicos que acuden a las instalaciones deportivas de A Madroa son de Vigo, la otra mitad se desplaza casi a diario desde distintas localidades gallegas. Los que proceden de las zonas más alejadas, como A Coruña o Lugo, suelen residir en Vigo, pero no todos, como explica Toni Otero: "Tenemos un infantil de primer año de Lugo que vino a probar y nos gustó, pero le hicimos ver las dificultades del desplazamiento. El chaval tenía mucho interés y llegamos a un acuerdo con sus padres, que se encargan de traerlo a pesar de las horas de carretera".Los lunes, miércoles, jueves y viernes, un autobús recoge a 34 chavales en Santiago, Padrón, Caldas y Pontevedra. Los que vienen de Compostela parten de allí a las cinco de la tarde y no están de nuevo en casa hasta cerca de las once de la noche. "Es un esfuerzo grande, y no se trata sólo de juveniles o infantiles, también hay un grupo de benjamines de Catoira. No es cuestión de edad, lo que buscamos es talento", afirma el responsable de las categorías inferiores del Celta, que resume en seis palabras la filosofía de A Madroa: formar jugadores para el primer equipo.Estudio y deporte
Y cuando habla de formar incluye también su faceta como personas. "Pedimos las notas a todos los jugadores. Si los padres nos piden ayuda, se la damos, pero en caso contrario no lo hacemos. Queremos que estudien, por supuesto, pero no podemos obligarles", confiesa Otero, que es consciente de las dificultades que tienen los jóvenes deportistas para compaginar el estudio con los entrenamientos, sobre todo en épocas de exámenes como la actual.El rendimiento en los estudios y el buen comportamiento de los chavales es algo prioritario, hasta el punto que a lo largo del año hay un 20 por ciento de chicos que se ven obligados a abandonar el club, entre otros motivos porque no estudian o por mal comportamiento.Jorge Cuesta lleva tres años en las categorías inferiores del Celta, este último al frente del equipo Infantil B. "Son niños y quieren divertirse, pero en general el comportamiento es muy bueno; aquí, a diferencia de lo que puede suceder en otros clubes, los chavales se lo toman muy en serio", explica el entrenador, que tampoco tiene quejas de la actitud de los padres.Y es que los padres buscan precisamente que el deporte ayude a formar a sus hijos como personas. Así lo expresa Cristina, madre de un jugador del Alevín A. "Sobre todo buscas eso, que les transmitan valores personales, porque la persona está antes que el futbolista. En concreto me gusta que le inculquen valores como la disciplina y el respeto". En su caso está muy contenta porque además su hijo, Dani, "está sacando unas notas muy buenas en los exámenes". Destaca asimismo Cristina el ambiente de compañerismo que se respira en las instalaciones de A Madroa y cómo se apoyan los chavales entre ellos.Los juveniles y cadetes se entrenan cuatro días a la semana; los infantiles tienen tres días de entrenamientos semanales y el resto de las categorías, dos días. El horario es de 7 a 9 de la tarde. "Nos encontramos con el problema de los horarios -apunta Toni Otero-. Personalmente soy partidario de adelantar los entrenamientos, pero no podemos por los horarios de los colegios. A las 5 de la tarde se entrenan sólo los chavales de las Escuelas Deportivas y los juveniles de División de Honor". En su opinión lo ideal es lo que sucede en otros sitios de España, donde la jornada escolar se concentra en las mañanas y los críos tienen las tardes libres, lo que facilita adelantar los horarios de entrenamiento.Con el Celta en Primera división la situación para los chavales de la cantera es más complicada, pues sube el nivel de exigencia para entrar en el primer equipo; pero también aumenta su motivación porque pueden acudir a muchos más torneos, tanto nacionales como internacionales; el año pasado los cadetes e infantiles compitieron en Rumanía, y también han estado en Rusia. Además, los alevines tienen otra vez el aliciente del torneo que organiza Canal Plus.Victoria Vázquez lleva un año como entrenadora de los más pequeños de las Escuelas Deportivas; críos de 4 y 5 años para los que el fútbol es un juego. "Lo último que queremos en estas edades es que compitan; no nos importan los resultados sino que disfruten jugando con el balón". Y no sólo disfrutan los críos, la propia Victoria reconoce que no puede evitar la risa cuando ve "cómo van todos a la vez a por el balón".A medida que van creciendo, como es lógico, la competición empieza a contar más. Los chavales del Celta saben que a ellos se les exige más, y ellos mismos quieren progresar cada día en un mundo tan competitivo como el del fútbol.De enseñarles el camino del éxito se encargan entrenadores como los excéticos Salva, técnico del equipo infantil A, o Mosquera, de los juveniles de División de Honor, que resume así la mentalidad de la cantera del Celta: "Puede que otros clubes cuenten con más medios materiales, pero no con más ilusión que la nuestra"FARO DE VIGO