Su única provisión fue una caja de cerillos, en caso de que tuviera que encender una fogata para protegerse del frío.
La pequeña Saglana Salchak, originaria de Tuvá, una de las repúblicas independientes de la Federación Rusa, se ha convertido en una celebridad local por su proeza, aunque su madre ha sido puesta bajo investigación por poner en riesgo a su hija.
El mes pasado, Saglana se despertó y notó que su abuela no se movía, por lo que, tras hablar con su abuelo ciego, decidió ir por auxilio, a pesar de que el poblado más cercano se encuentra a más de 20 kilómetros de la remota granja rural en la que vive con sus abuelos, y de que sus vecinos más próximos se encuentran a poco más 8 kilómetros.
Vía Excelsior