Aunque la Torre de Pisa es seguramente el edificio inclinado más famoso del mundo, no es el que lo está más. Frente a sus 3’97º de inclinación, en Alemania hay otro edificio con una inclinación de 5’07º: la Capilla de Suurhusen, una población de Frisia oriental, que según el Libro Guinness de los Récords es la construcción más inclinada de forma accidental del mundo.
La capilla pertenece a la Iglesia Evangelista Reformada y está construida sobre un terreno pantanoso, motivo por el cual se ha ido inclinando con el paso del tiempo (el mismo motivo que la Torre de Pisa, por cierto). La capilla fue construida en el siglo XIII y en principio pareció no haber problema alguno, ya que se añadieron unos cimientos de madera preservados del agua.
Pero en 1450 se hicieron una serie de reformas que pusieron en peligro su estabilidad: una parte de la capilla original fue eliminada y en su lugar se construyó el campanario, con lo que la estructura ganó un peso estructural añadido. Además, los cimientos de madera terminaron por pudrirse, haciendo que la capilla comenzara a inclinarse. De hecho, en 1975 hubo que cerrarla al público para realizar una restauración e impedir que se cayera; tras 10 años, volvió a abrir.
Sin embargo, la estructura ya se había inclinado hasta llegar a los actuales 5’07º, pero se decidió dejarla tal como estaba por la dificultad de volver a enderezarla. Ese peligro, irónicamente, la convirtió en un popular destino turístico, al ser el edificio con mayor inclinación del mundo por causas naturales. Y hago este apunte porque realmente ya no es el edificio más inclinado, ya que en 2010 se erigió en Abu Dhabi la torre Capital Gate, que está aún más inclinada pero, al contrario que esta, de forma intencionada y previo cálculo de que podría resistir esa inclinación.