Revista Cultura y Ocio

La capital del mundo. Gonzalo Garrido

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La capital del mundo. Gonzalo Garrido
     "Ricardo Malpartida llevaba apenas cinco horas acostado cuando el móvil sonó con insistencia. Era incapaz de separar el cuerpo incrustado en la espalda de su acompañante. Los párpados no respondían a los estímulos de luz que entraban como serpientes por las persianas mal ajustadas, ni a la musiquilla estúpida de su aparato,"
     Me gustan los escritores que se arriesgan en sus libros  que no repiten el formulismo encontrado una y otra vez en su obra. Me gusta que se arriesguen y que salgan de la zona de confort experimentando en nuevos campos. Por eso me picó la curiosidad al enterarme de la salida a la venta de este título. Hoy traigo a mi estantería virtual, La capital del mundo.
     Conocemos a Ricardo Malpartida, un hombre de mediana edad que cambió el taxi por un negocio nada próspero como detective privado en los suburbios de Bilbao. Bebedor más que ocasional, abandonado por su mujer y buscador de cuerpos con los que ahuyentar las noches a solas, poco se espera cuando lee en un periódico sobre la aparición de un cadáver, que la viuda vaya a asomar por su despacho. Pero allí está esa mujer perteneciente a la buena sociedad pidiendo a Ricardo que investigue la muerte de su marido, Mato, un científico eminente, ante unas autoridades que parecen tener prisa en cerrar el caso.
     Con esta novela Gonzalo vuelve a las calles de Bilbao y también al género negro. Casi un siglo más tarde que en Las flores de Baudelaire, cambia de tono para enseñarnos la ciudad en la que se mueve Malpartida, un descreído un tanto bruto que se va ganando el corazón del lector a medida que avanza la historia. La novela sigue un hilo definido de forma lineal en el que resolver la muerte de Mato será la prioridad de Malpartida y la excusa del autor para hacer una crítica deslenguada de muchos aspectos de la vida actual. Nos hablará de la sociedad, del poder, de los medios y para el lector avispado, dejará de vez en cuando pequeñas perlas sobre la poca importancia de la cultura, y más particularmente de la literatura, en el mundo en el que vivimos.
   
     Dice el autor que es una novela alocada, y tiene razón. Es divertida y afilada, con un ritmo creciente y un buen protagonista que escapa del cliché desgastado por el uso cada vez más frecuente en las novelas de género. La trama se resuelve de una forma solvente, y nos deja con un buen sabor de boca ante la cruzada de esta suerte de antihéroe que ve en el caso de Mato la oportunidad que estaba esperando para que su vida mejore y lo convierte casi en una cruzada aunque las autoridades afirmen que es caso cerrado.
     Me ha gustado, La capital del mundo. Y me ha gustado ver que Gonzalo sigue explorando en sus novelas, esa inquietud que se mezcla con la constante de la crítica hacia determinados parámetros que sí he visto repetida incluso en su segundo libro, y también con ese lenguaje y tonos adaptados a cada historia y personajes. Echad un vistazo a su obra, seguro que algún título se adapta a vuestros gustos como un guante. Es lo que tiene reinventarse.
     Y por cierto, que ayer no os pregunté... ¿con qué libro estáis esta semana?
     Gracias.

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