La capitulación del Ferrol en la Guerra de la Independencia ( 3 min.)

Publicado el 02 abril 2016 por Jblor8

La capitulación del Ferrol en la Guerra de la Independencia.
por  Juan B. Lorenzo de Membiela
En 16 de enero de 1809 el mariscal Soult, duque de la Dalmacia, al frente de las tropas francesas vence al general inglés Sir John Moore, en La Coruña, en la batalla de Elviña. El general británico fallece víctima del rebote de una bala de cañón en el sitio llamado Peñasquedo. El combate finaliza con 4.000 hombres caídos.
Las hostilidades siguieron con escaramuzas hasta las 10 h. de la mañana del 18 cuando cesó toda actividad. Un trompeta y un coronel francés se acercaron a la ciudad a intimar su rendición. Se produjo en 19 enero 1809 (« Gaceta extraordinaria del gobierno » de 18 de febrero de 1809). 
Las causas: 1. La dispersión del ejército español del marqués de La Romana tras la derrota en Espinosa de los Monteros propiciada por el mariscal francés Victor, del Primer Cuerpo de Ejército en la Campaña de España de 1808.
2. La retirada y reembarco de la división inglesa a través del puerto de La Coruña en 18 de enero de 1809 tras la derrota inglesa (Montero y Aróstegui, 1859: 135). 
Ese mismo día la noticia llego al Ferrol.Oficiales y tropa españoles en número de 300, dispersos tras la contienda en Elviña, entraron en Ferrol durante todo el día 20, empleándose en servicios que se ordenaron. Al día siguiente llegaron noticias de que varias partidas de caballería e infantería francesas cruzaban el rio en Puentedeume.
La Junta de Tranquilidad y Pacificación,constituida en Ferrol, estuvo presidida por D. Francisco Javier Melgarejo, capitán general del departamento marítimo del Ferrol; D. Joaquin Fidalgo, capitán de navío, gobernador político; D. Benito Robles y D. Nicolas Riobó, regidores; D. José Muller, ingeniero de la armada; el marques de San Saturnino y D. Felipe Senra, por el estado noble; D. Angel García Fernandez y D. Antonio Anido, por el comercio y D. Juan José García y D. José Diaz Piero.
Habían previsto adoptar medidas en los puentes  para entorpecer el avance francés pero los Justicia de los pueblos de Puentedeume y Garcia Rodríguez se opusieron. 
Se cubrieron los dos flancos de Caranza y la Malata en la villa del Ferrol; por mar con dos fragatas de guerra y otros buques menores.No se contaba con un ejército bastante como para enfrentarse al invasor. 
Se debían además 17 meses de paga a todo el Departamento marítimo. 
En septiembre de 1808 abandonaron la ciudad para unirse al ejército español, dos compañías en función de zapadores, todos voluntarios de la Maestranza de la marina, compuesta por 108 hombres cada una de ellas. Su instrucción fue dirigida por el capitán de fragata D. Santos Antonio de  Membiela, tanto en el manejo de armas como en la estrategia militar (AMABazan, 620,170), comandante del arsenal en aquellos momentos.
De la primera compañía, muy pocos regresaron con vida. También se sumó un batallón con lospresidiarios más idóneos del depósito del arsenal. A este se le puso el nombre de « La Victoria ».Quedó en la plaza unaMilicia Honrada, de voluntarios, sostenida económicamente por el Ayuntamiento de la ciudad (Fernandez Caamaño, 2006:305). Integrada por los jefes y oficiales del cuerpo político de la armada, empleados civiles, militares retirados o inválidos, comerciantes, artistas, obreros y cualquier persona para empuñar un arma. La Milicia se dividió en cinco compañías (Fulgosio, 1866:12).
A las 9.30h. de la mañana del 22 de enero,  el recinto amurallado del Ferrol rompió fuego a   la derecha de la línea  al descubrir partidas de caballería en diversos puntos de su frente.
Al tiempo se tocó generala y se ordenó por el capitán general del Ferrol,  D. Francisco Javier Melgarejo,  que tanto los buques como la artillería apostada en los fuertes abrieran fuego si se verificara un acercamiento de las columnas francesas.El fuego de disuasión se repitió al amanecer del día 23.
Se divisaron varios centinelas franceses a distancia, partidas de caballería y un campamento en la hondonada de San Juan de Filgueiras.
A las 8 de la mañana se presentó junto a la Puerta del Canido un trompeta a caballo con bandera blanca y dos oficiales, enviados por el mariscal Soult. Portaban un comunicado al gobernador instando la rendición. El plazo de 24 horas expiró sin contestación por la Junta.
A las 9 de la mañana del día 25 acudió de nuevo otra comisión formada por trompeta y oficialidad, instando una capitulación honrosa en semejantes términos que la firmada en Coruña.
La discusión en la junta fue acalorada porque frente a la invitación francesa se oponía el honor militar y la creencia de ser El Ferrol el último reducto español en la península.
En este ínterin arribó por mar un emisario desde La Coruña en donde las autoridades españolas claudicadas invitaban a su rendición, reclamando víveres para el ejército imperial.
Dicha noticia generó asombro.
Las reservas de alimentos en Ferrol apenas llegaban para 6 días y el ejército español había sido derrotado imposibilitando un pronto socorro.
La plaza no estaba fortificada, la población diezmada y se exponían a un saqueo por el enemigo y a la destrucción de parte de la ciudad con toda la infraestructura naval.
Ante esta situación, la Junta acordó su rendición si bien puntualizando algunas clausulas que fueron admitidas por el mariscal Soult, entre ellas (Monte, 1859: 146):
a) Recomendación para unos soldados ingleses extraviados que llegaron después de que su ejército embarcara para Inglaterra, los cuales no han tomado las armas y tampoco fueron requeridos para ello.
b) Clemencia para un soldado francés que se capturó extraviado cerca de Ferrol.
c) Recomendación de dos o tres oficiales franceses al servicio de la marina real de España y uno de la real hacienda de la marina.
d) Imposibilidad de reclutar gallegos o españoles en contra de su voluntad.
e) Se acuartelará la tropa para no molestar al vecindario.
f) Se pondrán a disposición los arsenales y buques del rey.
Los comisionados por la Junta para negociar la capitulación   con el duque de la Dalmacia, con plenos poderes, fueron: el  teniente coronel de artillería, general de las tropas de línea,  D Mariano Berson;  el  capitán de fragata  D. Santos Antonio de Membiela , comandante de la Maestranza  de  marina y el capitán,  primer ayudante de la milicia de esta plaza, D. Bartolomé Blanco de Andrade ( « Gaceta de Madrid » , de 28 de febrero de 1809  y « Mercure de France » , de 17  de febrero de 1809).
El ejército francés entró en Ferrol a las 8 de la mañana del día 27, en número de 5.000 hombres, con el duque de la Dalmacia a la cabeza acompañado por el general de la armada D. Pedro Obregón.
En el consejo de guerra que se formó una vez derrotado el invasor, el capitán general D. Francisco Melgarejo quedó exento de responsabilidad y el proceso sobreseído. El Consejo de Regencia se dio por satisfecho.
SMC Fernando VII lo nombró capitán general, de nuevo, al frente del departamento de Ferrol (Núñez Iglesias y Fernández Núñez, 1977:338).