La cara oculta del régimen

Por Mklnoiticias @mikelsecada

Pocas, muy pocas veces, lo corresponsales consiguen entrar en Corea del Norte. Estos días, aprovechando el lanzamiento de ese cohete – algunos dicen que es un ensayo nuclear, que por cierto salió mal – numerosos periodistas se desplazaron al país, único país donde aún hay un régimen comunista –quitando a Cuba—.

Los medios desplazados a Norcorea van en una caravana oficial y les enseñan los mejores y más lujosos lugares, un plan que está preparado a la perfección, pero un fallo humano puede echar por tierra esa imagen de país perfecto. Justo, es lo que ha pasado.

El guía de esta caravana de tres autobuses tomó la curva equivocada, y los medios pudieron ver la otra cara de Corea: la de la pobreza, las calles sin asfaltar y los edificios en hormigón.

Los periodistas al momento sacaron sus cámaras y grabaron y fotografiaron la escena; unos minutos suficientes para tener alguna que otra imagen. Para evitarlo, los autobuses dieron media vuelta y, esta vez sí, tomaron la ruta acertada y llevaron a los periodistas a un impecable edificio de mármol blanco. Una casa de la música donde Kim Jong Il protagonizó una de sus últimas apariciones públicas.

A la llegada esto fue lo que les dijeron en el mensaje de bienvenida: 'Espero que los periodistas aquí presentes cuenten sólo la absoluta verdad'. 'La verdad sobre cuánto nuestro pueblo extraña a nuestro camarada Kim Jong Il y la fortaleza de la unidad entre el pueblo y el liderazgo, que vigorosamente ejecuta las instrucciones de los líderes para construir una gran, próspera y poderosa nación', concluyó dejando claro qué es lo que tenían que decir; la verdad, su verdad.