La cárcel, al igual que ahora, solamente existía como tal en la cabecera de cada partido judicial. Durante el siglo XVIII, la época de los Señoríos, estaba situada en Carrión de los Condes. Después, pasó a Saldaña y posteriormente a Cervera. En Guardo, como en otros pueblos, no había cárcel, aunque circunstancialmente usaban como tal la casa del alguacil mayor.
SIGLO XX: GUARDO HASTA LA GUERRA CIVIL | CUADERNO DE JAIME GARCÍA REYERO
Aunque en realidad era la Casa del Concejo, pues allí estaba la vivienda de este funcionario municipal. Los detenidos estaban bajo su custodia hasta que eran llevados a la cárcel del partido judicial. La cárcel era un problema para todos los pueblos, porque los gastos y el mantenimiento de la misma recaían sobre ellos. A principios del siglo XX ya hubo protestas de localidades que se negaron a contribuir en el mantenimiento de las cárceles de los partidos judiciales.
En Guardo el malestar era mayor, porque además de pagar religiosamente lo que le correspondía por la cárcel del partido judicial, tenían que costear los desplazamientos de los detenidos. Otras veces había que pagar a los encagados de custodiar a los presos, como en agosto de 1914, cuando Ildefonso e Ignacio Vázquez fueron detenidos y el juez ordenó que les mantuvieran incomunicados y por separado. En otro caso, el Gobernador de Bilbao mandó detener a los obreros Jesús Núñez, Victor Valderián, Julián Gómez, Constantino García y Manuel Prieto. Fueron enviados a León en tren para ponerlos a disposición del gobernador de esta ciudad. Todos los gastos corrieron por cuenta del ayuntamiento guardense. En el siglo XX, las huelgas en las minas trajeron consigo detenciones y encarcelamientos numerosos, como ocurrió en 1916.
Veamos a continuación una serie de acontecimiento, algunos curiosos, que sucedieron en Guardo a la primera mitad del siglo XX y que merecen ser tenidos en cuenta, pues al fin y al cabo forman parte de su historia:
- El 11 de noviembre de 1911, se perdió en el monte Corcos la joven Vicenta García de la Gala. El Ayuntamiento pidió a los vecinos que esa misma noche salieran a buscarla. Los gastos que originó esta búsqueda al Concejo fueron de 19'50 pesetas.
- El 1912, el Ayuntamiento pagó 15 pesetas por el jornal de dos yuntas de carreta para trasladar a Saldaña y poner a disposición judicial a los detenidos Rosendo Rodríguez, Benjamín Alonso y Josefa Santos, los tres acusados por un delito de aborto.
- El 10 de marzo de 1912, se fugó de Guardo el mozo Raimundo de Prado, número cuatro del sorteo de reemplazo de ese año. No se presentó al acto de clasificación de soldados y le declararon prófugo, por lo que el juez ordenó su busca y captura. No apareció por ningún lado. No era de extrañar, pues el que tenía mala suerte y le destinaban a África, se exponía a no volver en un montón de años, y eso si volvía.
- En noviembre de 1916, se registró en Guardo una gigantesca reyerta protagonizada por los partidos de la última huelga minera y los que estaban en contra. Hubo pedradas y disparos de armas de fuego. La Guardia Civil se las vio y se las deseó para poner paz.
- En junio de 1920, la Guardia Civil detuvo y puso a disposición judicial a todos los clientes de una de las cantinas de Guardo, donde se organizó una tremenda bronca, terminando los contendientes a golpes y tiros. Un joven resultó herido gravemente de un disparo en la cabeza.
- El 14 de enero de 1921, falleció de dos tiros de revólver don Pedro Irastorza Arrieta, natural de San Sebastián, casado y vecino de Bilbao. Trabajaba en una empresa minera de Guardo. Se encerró en la casa donde estaba hospedado y se disparó un tiro en el estómago y otro en el corazón. Se consideró un suicidio, pero nunca fueron aclarados los motivos.
- El 11 de diciembre de 1938, se ahogó en las aguas del río Carrión la señora Juliana Villalba, de 46 años, casada, y que había desaparecido unos días antes de su domicilio. Al parecer tenía las facultades mentales perturbadas.
Guardo, sus gentes y su historia
Jaime García Reyero
Editorial Aruz
@2003