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Puedes dejar de ver a la deuda como una carga emocional
Cuando adquiriste una deuda, fue un compromiso que estableciste, ya sea por gusto o por una necesidad.
Sin embargo, en cualquier caso, asumiste una responsabilidad, un compromiso, así lo decidiste.
Cierra los ojos y recuerda como fue tu situación, y, sobre todo siente la sensación de alivio al poder resolver tu necesidad o tu deseo.
Por ello, cuando sientas que la deuda es una carga considera que, en primer lugar, fuiste tu quien la contrajo, y por tanto, hazte responsable.
Y cuando sientas un peso, además agradece que en ese momento hubo alguien, una institución, una persona o quien haya sido, para ayudarte.
El caso es que, te resolvió la situación del momento, por ello, pagar tus deudas con agradecimiento y con amor es estar consciente del acto y del proceso que asumiste.
En lugar de una carga tu deuda puede ser un aliado de tu creatividad
Otra forma de dejar de ver a la deuda como una carga, es cuando centras tu atención en desarrollar tu creatividad para resolver el pago.
Tal vez, sientes que la deuda es una carga, porque la contrajiste sin planearlo, sin desear la deuda en sí misma, aunque sí, lo que deseabas.
Y esa es una gran oportunidad de echar a andar tu creatividad, de desarrollar tu ingenio, tu estrategia para pago.
Es tu oportunidad de movert e y hacer algo distinto, que tal vez, incluso ni siquiera hubieras pensado en otras circunstancias.
Quizás, hacer algo que te gusta, que te es fácil, o que te apasiona, y hasta ahora no lo habías visto como una opción de generar un ingreso adicional.
Gestiona tus deudas junto con tus emociones y deja de verla como una carga
Posiblemente, una causa por la cual puedes sentir que tu deuda es una carga es que, cuando la contrajiste te dejaste llevar por tus emociones, y no por tu razonamiento.
A lo mejor, lo hiciste pensando que te lo merecías, que era una recompensa y al final, te entusiasmaste y tal vez, perdiste el control.
Lamentablemente, la sensación de placer que pudiste sentir al momento, pudo no haber durado mucho, sobre todo si tu deuda no fue planeada.
Ya que, en algún momento, caíste en la realidad, y te enfrentaste a que debías pagar.
Por ello, para sanar tus finanzas, es importante que aprendas a gestionar tus deudas, y no sólo ello, sino también tus propias emociones.
Porque manejar dinero también implica el manejo de tus emociones ante cualquier evento que debas tomar decisiones con dinero.
Así que antes de adquirir una deuda, planéala; por anticipado, define cómo lo vas a pagar.
Incluso, lo puedes hacer de forma simple, sin complicaciones, sólo es cuestión de que lo quieras y de que los hagas.
Por ello, te invito entonces a ver la cara amable de tu deuda, a sentir agradecimiento, a pagar con amor, y de pasada aprender a gestionar tu deuda y tus emociones (te hablaré más de ello en otro artículo.
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