La caricatura literaria

Publicado el 25 febrero 2015 por Griselrnunez
Hay dos formas de caricaturizar: con un dibujo y con la palabra escrita. El gráfico deforma las facciones y el aspecto de una persona; el literario –menos conocido– ridiculiza o toma en broma al sujeto. El objetivo de ambos es la burla, por lo que es común la deformación y la exageración. La caricatura literaria utiliza las palabras para describir los rasgos físicos o el carácter de un personaje. La encontrarás en verso y en prosa con los siguientes recursos literarios:
  1. Comparación: establecer relaciones de semejanza entre dos elementos (A es como B).
  2. Metáfora: sustituir un elemento por otro con el cual tiene cierto parecido (A es B).
  3. Hipérbole: exagerar las características.
  4. Animalización: atribuir rasgos de animales.
  5. Cosificación: atribuir características de una cosa u objeto.
Mi ejemplo favorito es el soneto «A un hombre de gran nariz» de Francisco de Quevedo. Los primeros dos versos leen: «Érase un hombre a una nariz pegado, / érase una nariz superlativa». Si quieres leer el poema completo, pincha aquí. En cuanto a la prosa, la descripción que hizo Pérez Galdón sobre Nicanora en la novela «Fortunata y Jacinta» es excelente:
«Era una mujer más envejecida que vieja, y bien se conocía que nunca había sido hermosa. Debió de tener en otro tiempo buenas carnes; pero ya su cuerpo estaba lleno de pliegues y abolladuras como un zurrón vacío. Allí, valga la verdad, no se sabía lo que era pecho, ni lo que era barriga. La cara era hocicuda y desagradable. Si algo expresaba era un genio muy malo y un carácter de vinagre; pero en esto engañaba aquel rostro como otros muchos que hacen creer lo que no es. Era Nicanora una infeliz mujer, de más bondad que entendimiento, probada en las luchas de la vida, que había sido para ella una batalla sin victorias ni respiro alguno. Ya no se defendía más que con la paciencia, y de tanto mirarle la cara a la adversidad debía de provenirle aquel alargamiento de morros que le afeaba considerablemente».
No sé si en algún momento has incorporado la caricatura en tus escritos, pero te recomiendo que la practiques porque en algún momento te puede servir como recurso.
  1. Escoge un personaje famoso y analiza su forma de hablar, sus gestos, los rasgos físicos más característicos y lo que hace.
  2. Haz una lluvia de ideas. Escribe todo lo que se te ocurra sobre el personaje y luego selecciona aquellas que quieras desarrollar.
  3. Anota distintos detalles que te permitan elaborar una mejor descripción. Ayúdate de los cinco sentidos. Si te sirve, hazte las siguientes preguntas:
    • Vista: ¿Qué características físicas resaltan? ¿Cómo se ve a simple vista?
    • Olfato: ¿Cuál es su olor particular?
    • Gusto: Si fuera comestible, ¿qué sabor tendría? ¿Qué alimento se le relaciona?
    • Tacto: ¿Qué texturas se relacionan con la persona?
    • Audición: ¿Cómo es su voz? ¿Qué ruidos hace?
  4. Busca la forma de exagerar, tergiversar o comparar estos elementos. Recuerda que buscamos la burla, la sátira.
  5. Decide si harás un poema breve o un párrafo descriptivo, incluso un microcuento.
  6. Escribe. Introduce al personaje y menciona las características que más le definen. Puedes ofrecer una opinión y describir qué es lo que hace. También mencionar cómo le ven otros personajes. Concluye con un cierre extravagante o gracioso.
  7. Revisa los errores y corrige. Asegúrate de que sea comprensible y que no hayas llegado a la vulgaridad o asquerosidad con las descripciones (algo que puede suceder).
  8. Deja tu texto en los comentarios. :) ¡Quiero leer tu caricatura!
¿Conocías las caricaturas literarias? ¿Las has utilizado (o utilizarías) alguna vez en tus escritos? ¿Tienes alguna duda en su construcción? Espero que te animes a participar en este ejercicio creativo. ¡No olvides compartir en tus redes sociales!