La OMS se ha visto obligada a emitir un comunicado en el que aconseja a la población el consumo moderado de carne para reducir el riesgo de cáncer. Según la organización, “La última revisión de la IARC no pide a la gente dejar de comer carne procesada, pero indica que una la reducción de consumo de estos productos puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal“.
De todas maneras, la OMS sigue defendiendo el informe en el que se basó para hacer estas afirmaciones, al ser una agencia que se estableció hace 50 años a través de una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud, con el objetivo de crear un organismo independiente para el control de cancerígenos. La misma organización cuenta con un grupo permanente de expertos que realizan evaluaciones entre los posibles vínculos de dieta y enfermedad.
Como novedad, se ha especificado que, dentro de unos meses, tales expertos se reunirán para estudiar las implicaciones en salud pública de los avances científicos estudiados que determinan cuál es el lugar de la carne procesada y carne roja dentro de la dieta saludable general.
La carne roja tiene muchas proteínas, minerales y vitaminas. Concretamente, destacan las que se encuentran en el grupo B que aportan fuerza, energía y hierro, algo necesario para las mujeres que andan flojas y que tienen periodos menstruales bastante abundantes. Pero también cuenta con calcio, fósforo, magnesio y potasio. La carne roja es, pues, un buen alimento contra la anemia.
Pero se comenta que el consumo debe ser con moderación, puesto que son ricas en purinas que se relaciona con la aparición de algunas enfermedades, como la gota, por el alto contenido en grasas naturales. Ello también lo relaciona con otras enfermedades cardiovasculares y con el aumento de la obesidad.
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