Pron, se dice, es un fiel seguidor de la escuela de Bolaño. De todos los que he leído a los que se ha atribuido esta condición, Pron es el que lo hace con más merecimiento. Y no se trata de imitar estilos o estructuras o sablear ambientes. Se trata de escribir con prosa impecable, minuciosa y culta pero a la vez accesible y evocadora, de respetar al lector procurando seguir interesando a cada frase, y de dejar escapar con sutileza mensajes entre líneas, eludiendo lo panfletario y lo propagandístico. Ignoro, aunque no he indagado en profundidad, por qué un libro así ha pasado relativamente desapercibido a crítica y lectores. Tampoco he necesitado indagar demasiado, pues eso, en el fondo, me da igual. Quizás porque el tema del oscuro período de dictadura de la junta militar en Argentina haya sido ya objeto de tratamientos previos en libros y películas: aunque éste no sea el centro físico del libro, sí es el punto de fuga hacia el que se desplaza su perspectiva. El sentimiento de culpa de supervivientes que, por el mero hecho de serlo, pasan a considerarse una especie de traidores morales. La descripción de las precauciones y las medidas. Algo me recuerda en esa temática, en ese cauto devenir de la gente inocente que percibe que, para alguien, han dejado de serlo, a mi entronizado Estrella distante. Así que hablamos de palabras mayores, de formidable literatura confeccionada, como mucha gran literatura se confecciona, en base a muy poco: a meras experiencias personales orquestadas y aderezadas para que muchos viajemos por sus páginas. Un formidable libro.
Pron, se dice, es un fiel seguidor de la escuela de Bolaño. De todos los que he leído a los que se ha atribuido esta condición, Pron es el que lo hace con más merecimiento. Y no se trata de imitar estilos o estructuras o sablear ambientes. Se trata de escribir con prosa impecable, minuciosa y culta pero a la vez accesible y evocadora, de respetar al lector procurando seguir interesando a cada frase, y de dejar escapar con sutileza mensajes entre líneas, eludiendo lo panfletario y lo propagandístico. Ignoro, aunque no he indagado en profundidad, por qué un libro así ha pasado relativamente desapercibido a crítica y lectores. Tampoco he necesitado indagar demasiado, pues eso, en el fondo, me da igual. Quizás porque el tema del oscuro período de dictadura de la junta militar en Argentina haya sido ya objeto de tratamientos previos en libros y películas: aunque éste no sea el centro físico del libro, sí es el punto de fuga hacia el que se desplaza su perspectiva. El sentimiento de culpa de supervivientes que, por el mero hecho de serlo, pasan a considerarse una especie de traidores morales. La descripción de las precauciones y las medidas. Algo me recuerda en esa temática, en ese cauto devenir de la gente inocente que percibe que, para alguien, han dejado de serlo, a mi entronizado Estrella distante. Así que hablamos de palabras mayores, de formidable literatura confeccionada, como mucha gran literatura se confecciona, en base a muy poco: a meras experiencias personales orquestadas y aderezadas para que muchos viajemos por sus páginas. Un formidable libro.