El mes de noviembre volverá a tener en escena la carrera espacial, tal y como fue este hecho icónico entre las décadas de los años 60 y 80. En esta oportunidad será la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, NASA, según su sigla en inglés, que tendrá enfrente a una empresa privada que planea hacer historia. Atrás quedó la guerra fría y la disputa espacial entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética. Ahora, la carrera por la conquista del espacio comienza a involucrar a sectores privados, con fines netamente comerciales.
Tras lo que fue la misión espacial para “desviar” la trayectoria de un meteorito, al estilo Armagedón, es momento de volver a mirar al cielo. La NASA ha tenido actividad trunca con lanzamientos en agosto y septiembre que se han visto cancelados. En uno de ellos, el huracán Ian produjo el retraso de la misión espacial. La misión Artemisa confirmó, como nueva fecha, el 14 de noviembre. En tanto, se han dejado como respaldo los días 16 y 19 del mismo mes.
El rival en la carrera espacial
Junto con los Estados Unidos, en un programa menos conocido, una empresa comercial japonesa espera llegar al espacio. Denominada ispace, la compañía nipona planea lanzar un cohete SpaceX Falcon 9. La fecha de lanzamiento estaría entre el 9 y el 15 de noviembre. Esta primera misión del programa Hakuto-R estaría llevando a varios clientes y estaría llevando dos rovers, –pequeños vehículos de exploración–. Estos coches corresponden a programas espaciales japoneses y emiratíes con el objetivo del suelo lunar.
Un comunicado de la firma japonesa al sitio Mashable expresaba:
“Reconocemos que el lanzamiento del Artemis SLS de la NASA está programada para el mismo período de tiempo, y creemos que esto envía el mensaje que se abre una nueva era para la economía cislunar con estas dos misiones históricas: una gubernamental y otra comercial”.
Cuando el comunicado habla de “cislunar”, está haciendo alusión a la región del espacio entre la Tierra y la Luna, que incluye además el área alrededor del satélite natural terrestre.
Socios y competidores
La NASA es uno de los clientes de ispace, es por ello que cuenta con la esperanza de recibir muestras que traiga el módulo de aterrizaje privado. En caso de que la empresa con sede en Tokio tenga éxito, estamos ante la primera nave japonesa en aterrizar en la luna. Además, podría ser la primera entrega privada exitosa de carga en la superficie lunar. En 2019, una compañía israelí se estrelló contra la luna y, probablemente, se hayan esparcido algunos artefactos de carácter intrigante.
Para Brad Jolliff, director del Centro McDonnell para las Ciencias Espaciales de la Universidad de Washington en St. Louis, en los próximos años contaremos con muchas misiones comerciales. Jolliff cree que contaremos con decenas de aterrizajes, transporte de carga a la luna y la búsqueda de elementos para experimentos científicos.
Jolliff también está convencido de que “hay un caso de negocios para la luna”. Para el director en la Universidad de Washington, esta nueva era “no será realizada en su totalidad por la NASA, se realizará con socios internacionales y con socios comerciales”. Tanto el mega Space Launch System de Artemis como el Falcon 9 de SpaceX, han sido fabricados en los Estados Unidos. Además, ambos vuelos saldrán desde el Centro Espacial Kennedy, en la costa de Florida.
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