En Shida Kartli, una bella región de Georgia, Vissarión Dzhugashvili, zapatero, y la joven Yekaterina Gueladze contraen matrimonio. Es la primavera de 1872.
A comienzos de los años 30 Stalin decide explotar las minas de oro del valle de Kolymá, uno de los lugares más inhóspitos del planeta. Un lugar cercano al círculo polar ártico, con temperaturas de -60º C.Y en ese paraje imposible para la vida construye una carretera de 2.000 kilómetros. Lo hace empleando a presos, que mueren a diario por miles, aferrados a un pico o una pala. En un descuido, la nariz o parte de la oreja congelada caían al suelo; y los pobres desgraciados no se daban ni cuenta. Si el cansancio les obligaba a parar un instante, un sopor de muerte los mataba en apenas cinco minutos. A menudo optaban por detenerse como forma de suicidarse.
Antonio Carrillo