No es mi estilo comunicarme a través de una carta, todos me conocen, pero en este caso creo que es lo mejor.
Como ustedes saben, el hijo de Alfio Basile, Alfito, ha dicho o escrito que yo conspiré contra su papá para llegar a ser DT de la selección.
Nada más alejado de la realidad. No sólo no es cierto: mis elogios y mis críticas a la selección, en cualquier ciclo, siempre fueron públicos. Y lo único que siempre quise es que a la selección le fuera bien.
Me imagino que estamos hablando del mismo Basile, el que yo traje de nuevo a la actividad cuando él pensaba que no iba a dirigir más. El mismo Basile por el que yo luché para que se quedara en Boca, cuando me llamó casi llorando por una situación complicada. El mismo Basile al que banqué a muerte cuando Macri me ofrecía a mí el cargo de DT en el club.
Lo de la selección, que sí es un sueño cumplido para mí, por supuesto, nunca lo tuve en la cabeza mientras hubo un técnico en funciones. Basile, o cualquier otro. Cuando me lo ofrecieron, él ya había renunciado y no pensaba volver.
Lo conozco a Alfito, nos hemos cruzado un par de veces, y puedo entender que diga estas cosas porque le duele que su padre haya perdido un lugar, un lugar que para todos los que amamos el fútbol en la Argentina es muy importante. Pero no puedo aceptar lo que dice, de ninguna manera. Me decepciona, me entristece. Y me duele, a mí también me duele.
Si rechazo lo que dijo a través de una carta es porque, a un mes del Mundial, quiero tener la cabeza puesta únicamente en eso, en el Mundial. Y quiero lo mismo para mis jugadores.
De mi parte, no voy a decir nada más sobre el tema. Vamos a hablar de fútbol, que Sudáfrica está a la vuelta de la esquina y tenemos que ir a buscar la Copa."
*vía "Cancha llena"