“LA CASA DE ARENAS MOVEDIZAS” de Carlton Mellick III

Publicado el 18 octubre 2020 por Marianleemaslibros

“No estaría tan obsesionado con sus padres si le hubiesen dejado alguna foto suya a la Tata Warburough, pero él siempre está pensando en ellos.
—¿Quiénes son? —pregunta siempre—. ¿Cómo son? ¿Por qué no pueden venir a vernos?
—Son gente muy importante —contesta siempre la tata—. Están demasiado ocupados para venir a veros.
—Ya lo creo. Miedo, decadencia y…
Hizo una pausa teatral.
—¿Ni siquiera unos minutos?
—Ni siquiera unos minutos.
—¿Pero qué hacen todo el rato al otro lado de la casa? ¿Qué es eso tan importante que tienen que hacer que no nos dejan entrar en sus vidas hasta que crecemos?”
—Los padres son así hoy en día —suele responder la tata—. Sobre todo, los vuestros.
Esta es la historia de dos niños que no conocen a sus padres, aunque viven en la misma casa que ellos. Sueñan con el momento en que podrán abrazarlos por primera vez, pero parece que los padres nunca tienen tiempo para ir a verlos. Los niños saben que tienen que estar en algún lugar de la mansión que comparten con sus progenitores, pero tienen prohibido salir de la guardería en la que viven. Siempre les han dicho que si la abandonan, sus vidas corren peligro. Durante un tiempo, las cosas van bien: tienen una niñera que los cuida y unas máquinas les proporcionan todo lo que necesitan… Hasta que un día pasa algo que los obliga a abrir la puerta y adentrarse en los pasillos oscuros de una casa que les es ajena, para desvelar los misterios que rodean su propio pasado y el mundo en el que han creído vivir.
Carlton Mellick III es uno de los autores más destacados del movimiento Bizarro y quizá uno de los autores más prolíficos de su generación con cerca de cincuenta novelas publicadas desde 2001. En 2010 ganó el premio Wonderland por su novela "Warrior Wolf Women of the Wasteland" y sus relatos han aparecido en la revista Vice y en antologías como The Year’s Best Fantasy and Horror o The Best Bizarro Fiction of the Decade. 
Ha sido traducido al italiano, alemán, ruso, francés y japonés. Su novela "La casa de arenas movedizas" ha sido publicada en español por Orciny Press en 2016 y fue Nominada ese año a los Premios Ignotus como mejor novela extranjera publicada.
Mellick es considerado un autor de culto y el creador y padre del "género bizarro" y fue situado en 2013 por el diario The Guardian, entre los veinte mejores autores de ciencia ficción de menos de cuarenta años. Vive en Portland (Oregón) y está obsesionado con los cómics, la cerveza artesana, los videojuegos y las coreografías de K-pop.
De qué va la novela, sin spoiler
La novela va de dos hermanos, Pulga y Polly (diez y quince años) que viven desde siempre en una guardería dentro de lo que es su casa, una supermansión con al menos cien pisos de alto y cientos de kilómetros de ancho. Su Tata, la Tata Warburough, les cuida desde que nacieron y podríamos pensar que es su madre, pero no lo es. Los niños no conocen a sus padres, aunque saben que algún día vendrán a buscarlos, algo que ambos ansían con todas sus fuerzas.
La casa es muy grande. Sería demasiado complicado que hicieran todo el camino hasta aquí solo para satisfacer la curiosidad de un niño. —Entonces la tata acostumbra a decirle—: Algún día los verás, cuando te hagas mayor. Entonces ya estarán listos para verte. Y a partir de ese momento, te convertirás en una parte muy importante de sus vidas.

Tampoco conocen el mundo exterior porque es muy peligroso salir afuera ya que la casa está plagadita de “siniestros”, criaturas fantasmagóricas comeniños con cuernos que habitan en las zonas oscuras de los pasillos y resto de habitaciones. 
Como la guardería tiene electricidad, los siniestros se mantienen alejados de ella. No les gusta la luz porque los hace desaparecer.

Polly y Pulga van al colegio, mejor dicho, se teletransportan allí cada día e interactúan con otros niños y el profesor y son felices dentro de lo que cabe en su estrecho mundo de cuatro paredes. 
Los niños le dan sus tarjetas de memoria y ella las inserta en el sistema de teletransportación para enviarlos a los ordenadores del colegio. Polly pone los ojos en blanco y se estira en la camilla de teletransportación. Cuando los niños están en posición, la tata opera los controles y el cuerpo se les pone flácido. Las mentes viajan lejos de allí.

Pero un día, todo lo conocido y familiar empieza a desmoronarse: Polly se hace adulta y sufre ataques de ira sexual volviéndose violenta y psicótica; la novia de Pulga, Darcy, no va al colegio desde hace días y algo raro le ocurre a la Tata, algo fuera de lo normal. Y lo peor es que, por una serie de circunstancias adversas se ven obligados a abandonar la Guardería y salir al exterior en busca de sus padres. Por delante. . . , kilómetros y kilómetros de estancias por recorrer e investigar, un mundo caótico y una aventura peligrosa, loca y extravagante, que a saber donde les conducirá.

Y no os digo más, no puedo decir más. Tendréis que leerlo vosotr@s para averiguar qué pasa con ellos, si conseguirán eludir la oscuridad, a los siniestros y sus feroces ataques y encontrar a sus padres. Lo que sí os adelanto es que todo resulta tan inesperado como aterrador. 

Hasta hace pocos días no conocía el significado de “bizarro “como género literario. Lo descubrí, junto a esta novela en el blog de Ray. No había terminado de leer su reseña y ya estaba yo con "La casa de arenas movedizas" entre ceja y ceja. ¡Cómo se lo agradezco!
Antes de seguir, os cuento que a dicho término aplicado a la literatura se le pueden dar unas cuantas interpretaciones. Se dice de él que es: “el género de lo extraño pero valiente, el equivalente literario de la sección de culto de un videoclub, a veces surrealista, a veces vanguardista, a veces ridículo, a veces sangriento, a veces al borde de la pornografía y casi siempre una ida de la olla. Lo bizarro suele tener cierta lógica de dibujos animados que, al aplicarla al mundo real, crea un universo inestable en el que lo grotesco se convierte en normal y lo absurdo toma cuerpo. A ratos es repulsivo, estúpido y grosero. Pero en sus mejores momentos también es cautivador, inteligente y bien escrito, una mezcla a partes iguales de ciencia ficción distópica, y terror survival".
También he leído por ahí, que esta obra está orientada al público juvenil a pesar de que, de por sí, lo bizarro se considera un género inherente a los adultos, lo desconocía cuando la empecé y me alegro, porque de haberlo sabido, muy probablemente me habría perdido esta pequeña genialidad, ya que me cuesta ponerme a leer literatura juvenil, prejuicios que tiene una. . . 
El argumento viene a remarcar una serie de valores importantes y hace hincapié en temas interesantes a modo de metáforas sobre problemas, traumas y preocupaciones infantiles más habituales:
-- Niños manejando situaciones y responsabilidades de adultos, sin nadie que les guíe en su camino, en un mundo confuso e incoherente.
-- Los celos entre hermanos, y el deber de protegerse y cuidarse entre ellos. Aunque en este caso, Pulga que es el pequeño, es mucho más considerado y protector con Polly, aún sabiendo que ella le detesta. 
De pronto, Pulga se siente increíblemente solo. Su universo se ha hecho más pequeño. La única persona de verdad que ha conocido en toda su vida ha sido su hermana mayor, y esta siempre lo ha despreciado y rechazado.

-- Crecer en ausencia de cariño, sin la figura materna, así han crecido los dos hermanos
Ya conoces las normas —le informa la tata—. No me puedes abrazar, no me puedes llamar «mamá» y nunca, nunca me digas «te quiero. Ella es quien los cuida, y nada más. Cuando crezcan y dejen la guardería no volverán a verla en la vida. Estarían malgastando su amor con ella. En lugar de eso, deben centrarse en querer a sus padres de verdad. 

-- Miedo al abandono y al rechazo por parte de los padres, el temor a encontrarse siempre solos y abandonados a su suerte, que es como se encuentran Polly y Pulga.
Al principio, los humanos evolucionaron para desarrollar un factor ternura de modo que los adultos sintieran afecto por ellos y quisieran amarlos y protegerlos durante el tiempo en que fueran niños indefensos. Pero ese factor ternura se ha perdido con los siglos. Ahora los bebés nacen feos —prosigue la Tata Warburough mientras alza al bebé—. Y mientras aquel factor ternura servía para atraer a los humanos adultos, el factor repulsión de ahora hace lo contrario. Hace que los adultos los rechacen. Los padres no quieren tener nada que ver con sus hijos hasta que no han crecido.

-- Miedo a lo desconocido y a la oscuridad, metaforizado en forma de seres “siniestros” que persiguen a todos los que se pongan a su alcance y que no estén protegidos por alguna luz.

Puede oír a los siniestros agazapados en las sombras al fondo del corredor. Entrechocan sus cuernos los unos con los otros y sueltan leves gruñidos al respirar. Pero Pulga es invisible para ellos. No pueden verlo ni oírlo cuando está dentro de la luz. 
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
He disfrutado como una enana leyendo esta novela, más que gustar, me ha flipado, me ha fascinado. Fue empezar a leer y no poder parar absorta y cobijada entre sus páginas, no dando crédito a lo que leía. Porque Mellick tiene una imaginación impresionante, desbordante, ilimitada a la hora de crear personajes y situaciones extravagantes, vamos, lo que viene siendo “bizarra”.
Y es que esta es una Casa tautomatizada, las máquinas lo hacen todo y puedes encontrarte cualquier cosa: niñas con el pelo verde, cuernos de ciervo y zarpas, que sufren ataques destructivos y violentos al llegar a la pubertad y que se ponen una muñeca como parche en el ojo que les falta, bebés recién nacidos con forma de gusanos babosos o sanguijuelas que se alimentan de la sangre de sus hermanos a los que en cualquier momento pueden dejar “secos”, madres imaginarias recortadas en papel que pueden herir a sus hijos con sus afiladas manos, mesas que se abren y ofrecen bandejas de comida a quienes se sientan alrededor de ellas y sótanos con monstruos gigantes y arenas movedizas que te hunden los pies.
La cara de Pulga se queda congelada en una mueca de terror mientras el bebé sigue ronroneando y chupando agarrado a su cuerpo, haciéndose cada vez más gordo y redondo a medida que se va alimentando de su sangre. Ahora desea que lo que llegó por el túnel hubiese sido un siniestro. Le habría dado menos miedo que un bebé humano.

Los dos personajes protagonistas me han gustado mucho, aunque uno me haya caído muy bien y el otro muy mal. Pulga me ha resultado un niño adorable, tan pequeño, pero a la vez tan adulto, tan responsable, tan desprendido y generoso, todo lo contrario que su hermana Polly, egoísta y egocéntrica, pero entrañables ambos.
Resumiendo: “La casa de arenas movedizas” es una novela apocalíptica y distópica con mucha acción y muchos giros argumentales que me ha mantenido en vilo durante toda la lectura. A medio camino entre el terror y la ciencia ficción, es a ratos emotiva y tierna, a ratos despiadada y cruel. 
La gente que tiene miedo hace cosas que dan miedo.

Yo por mi parte me declaro desde ya una aficionada al género bizarro y no puedo más que recomendárosla con entusiasmo, no os la podéis perder sobre todo si gustáis de este tipo de argumentos raros, distintos, peculiares y si no . . ., también, porque como alguien dijo:
«Si todavía no has leído a Mellick, no eres lo suficientemente perverso para el siglo veintiuno.»

Mi nota esta vez como no podía ser de otra manera, la máxima: