La casa de Dios…

Por Inevitability
“Y les dijo: “Escrito está, ‘Mi casa sera llamada casa de oracion,’ pero ustedes la están haciendo cueva de ladrones.” Que tremendo es este pasaje cuando entendemos que el templo era una sombra del verdadero templo de Dios que es el cuerpo de Cristo: nosotros. Los edificios a los que mal llamamos iglesias no son iglesias, ni templos, ni la casa de Dios, la iglesia, el templo y la casa de Dios somos nosotros, por eso el apóstol dice “¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?” Y la casa de Dios, que somos nosotros, debe ser una casa de oración, wow, somos el lugar de comunión con Dios y donde hay comunión con Dios cosas grandes, asombrosas y maravillosas ocurren. Que hermoso es el celo que Jesús muestra por la casa de su Padre, ¿qué cosas hay en nuestras vidas que no pertenecen ahí?, ¿qué cosas hay en nuestras vidas que traen deshonra a ese santo lugar?. No por nada la escritura dice: “El celosamente anhela el Espíritu que ha hecho morar en nosotros”. Somos anhelados por Dios con un celo santo. -Inspirado en el devocional Tiempo con Dios del 27 de Febrero de 2016, Mateo 21:12-22