The Miniaturist
Jessie Burton
Traductor: Carlos Mayor Ortega
Salamandra Ediciones
448 páginas
La joven Nella llega a la casa de su marido, al que no conoce, en Ámsterdam, y se encuentra con un frío recibimiento. La vida de casada no es como esperaba... y su nueva familia es un ramillete de misterios y secretos inconfesables. Para colmo, una misteriosa (también) miniaturista le adivina el futuro por medio del envío de muñequitos.
Sinopsis:Me esperaba más de esta novela a la que algunas críticas ponían bien, y que, encima, venía avalada por un notable éxito internacional, ¡y hasta por premios! En realidad, se trata de la enésima versión de lo que ya debería ser un nuevo subgénero: la seudo "qualité" para masas. Una novela que se las da de obra de calidad pero que recoge todos los tópicos, clichés, carencias, estructuras y hechuras de un bestseller estilo dramón telenovela. Algo en la línea de Kate Morton y similares: protagonista (s) femenina (s) con sus característicos problemas también "femeninos", un misterio (o dos), amores prohibidos, toques sentimentales, ambientación histórica superficial...
La prosa, lo único salvable, y que a veces disimula un poco (solo un poco) la verdadera naturaleza de la obra, es bastante ágil y sencilla. A veces incluye alguna imagen o metáfora medio original, al lado de soluciones vulgares. El hecho de que el libro esté narrado en presente, lejos de acercarme a los acontecimientos y personajes, me ha alejado, algo a lo que también ha contribuido el tono entre grandilocuente y melodramático, y la extrema seriedad con la que se cuenta una historia que no da para mucho y de la que, en muchas partes, me he desenganchado porque no me interesaba.
Los personajes son tan planos como la propia Holanda. El ritmo es "pausado" y la trama bastante pobre y divagante. Por un lado, tenemos a la protagonista, Nella, una joven de dieciocho años, cuyos comportamientos y reacciones no encajan con su situación y su edad, que se enfrenta a los secretos de su nuevo hogar (su distante esposo, su rígida cuñada, sus extraños criados), y por otro, el misterio de la miniaturista que da título al libro, y que parece tener una capacidad paranormal para ver el futuro de los habitantes de Ámsterdam. No podria decir que ambas tramas confluyen al final porque mentiría. A decir verdad, si quitáramos la línea argumental de la casa de muñecas poco cambiaría la historia. Y extrañamente, teniendo en cuenta la cantidad de párrafos que le dedica la autora a ese misterio, al final no conduce a nada. O peor aún, conduce a una resolución absurda que no aclara el "misterio" pero crea otros nuevos, como el hecho de que la evasiva artesana se llame igual que la protagonista y desaparezca de pronto. Ni qué decir que tal personaje es absolutamente inverosímil no solo en la edad de oro holandesa sino en cualquier momento pasado o presente.
La vía muerta de esa subtrama me ha resultado más sorprendente que los dos puntos de giro de la novela, que se ven venir a tres kilómetros. El primero de ellos, el descubrimiento de la homosexualidad del marido, se cuenta en una escena especialmente torpe y poco creíble: desde que empieza, ya sabes que está en el libro para lo que está y que va a pasar lo que esperas. ¿Un hombre que sabe que la sodomía está penada con la muerte recibe a su amante en su oficina, rodeado de sus colegas, y sin cerrar la puerta? ¿En serio la esposa lo pilla in fraganti justo el único día que se le ocurre salir de casa y se dice: pues voy a ir a su oficina, así sin avisar, sin motivo y sin sospecha alguna? También resulta increíble la extraordinaria tolerancia de Nella, quien tras una breve duda, no solo comprende las debilidades del marido sino que incluso entabla con él una fuerte "complicidad" y amistad, basadas en las dos o tres veces que han coincidido en casa, ya que él se pasa la novela viajando o fuera del hogar. Un poco más creíble es que acabe cayéndole simpática la cuñada, que esconde un secreto aún más previsible que el de su hermano y muy de culebrón: otra relación prohibida, en este caso interracial y que quedará en evidencia como suele suceder en este tipo de historias.
La ambientación no está muy lograda. Puede que incluya datos sobre el comercio en Ámsterdam o sobre la administración de justicia (con algunos nombres en holandés para que veamos que se ha documentado y darle sabor local), pero mientras leía no veía la época, no solo por los comportamientos y formas de expresarse de los personajes sino por algunos fallos que sacan de inmediato de la historia. Un ejemplo, que podríamos achacar tal vez a la traducción: el uso de la palabra "dinamitar" en el contexto del siglo XVII, cuando la dinamita la inventó Alfred Nobel siglos después. O cuando dice que Nella ve alejarse a un personaje con las manos en los bolsillos del pantalón... Ni había "pantalones" ni las calzas anchas llevaban bolsillos (que son bastante más recientes). No son las únicas expresiones chocantes.
La autora intenta plasmar el drama de unas mujeres que quieren ser libres en un mundo de hombres, y la hipocresía de una sociedad de rigurosidad moral asfixiante, pero no logra conmover ni recurriendo a trucos de telenovela. La obra no analiza esas temáticas en profundidad en ningún momento. Es más, ni siquiera es emotiva. Y encima es muy larga para lo que cuenta.
En resumen, una novela "femenina" de las muchas que pueblan nuestras librerías, que no aporta nada ni sobre el momento histórico en el que se ambienta ni sobre lo que supuestamente denuncia, llena de tópicos, escenas efectistas y recursos de folletín que ni siquiera logra emocionar, que ya es lo mínimo que se le pide a un bestseller.
Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión. Insultos o comentarios personales sobre las administradoras no saldrán publicados, solo comentarios de los libros.