La casa de las miniaturas - Jessie Burton

Publicado el 27 agosto 2015 por Elpajaroverde
"Lo único que sé de ella, aparte de que se trata de una mujer, es que es alta y muy rubia, y que me mira como si me viera el alma. Se ha metido en mi vida, señor mío, y las miniaturas que me envía son cada vez más desconcertantes. ¿Por qué motivo no me responde directamente, sino que prefiere convertirme en el centro de su trabajo?Cuénteme cómo llegó a usted y por qué se marchó. ¿Qué fuerzas se mueven en su interior para recrear mi vida en miniatura, sin que yo se lo haya pedido, pero de un modo exquisito y con un mensaje misterioso? La he considerado mi maestra y ahora, que Dios me perdone, una profeta, pero si en su día fue un demonio que se dedicaba a espiar y usted se vio obligado a expulsarla, le ruego me lo haga saber por escrito."
Cuanto menos desconcertante que alguien conozca la intimidad que se esconde tras las puertas de nuestra casa. Inquietante que alguien se fije en detalles que nos afectan y que no habríamos percibido de no sernos mostrados. Misterioso recibir señales de lo que va a ocurrir y mensajes para poder quizás evitarlo. Pero no deja de ser menos sorprendente aún, que pongamos en manos ajenas el devenir de nuestras vidas, sin saber siquiera a quién nos estamos encomendando ni qué intenciones alberga.

Portada de La casa de las miniaturas

Petronella Oortman llega a la casa de una de las familias mejor posicionadas de Ámsterdam un día de otoño de 1686. Recientemente se ha desposado con Johannes Brandt, el rico comerciante que reside en ese hogar, y ese es el día señalado para iniciar su vida en común. Pero su flamante marido es un hombre muy ocupado y no se encuentra en la casa para recibirla. Petronella recibirá la fría y un tanto extraña bienvenida de su cuñada Marin y de los dos criados que asisten a la familia Brandt. Pasan los días y el contacto de la joven esposa con Johannes es mínimo, tan sólo recibe de él como regalo de bodas una réplica exacta del que es su nuevo hogar, una lujosa casa de miniaturas que es un signo de distinción entre las familias pudientes de la sociedad holandesa. Poco sospecha Nella entonces que las minúsculas figuras con las que decorará "La casa de las miniaturas" le irán señalando los pasos a seguir en su nueva vida y le descubrirán también los misteriosos secretos que oculta la casa a la que copia a la perfección su nuevo juguete.
"No se ha casado con un hombre, sino con un mundo. Los plateros, una cuñada, extraños conocidos, una casa en la que se siente perdida y otra en miniatura que la asusta. En apariencia tiene muchas cosas al alcance de la mano, pero la asalta la impresión de que le arrebatan algo."
Lo primero que me llama la atención al comenzar esta novela es la prosa rica, envolvente y cuidada de Jessie Burton. Maneja el lenguaje con gran habilidad y eso hace que la identifiquemos inmediatamente como una buena escritora y que confiemos en dónde y por dónde nos quiere llevar a pesar de ser nuestro primer encuentro con ella. Y tal vez para mí esta primera impresión haya sido determinante para continuar con la lectura, pues os puedo asegurar que me ha costado dejarme llevar en ocasiones pero al final he llegado y he alcanzado la meta dichosa y victoriosa.
"Nella ha soltado el ancla, pero no ha encontrado un lugar donde agarrarse al fondo y la cadena la arrastra, enorme, imparable y peligrosa, y la hunde en el mar."
La escritora británica sorprende en su debut literario con una novela compleja que muestra sin cortapisas la hipocresía de la alta sociedad holandesa de la época. Holanda era una de las grandes potencias económicas de la Europa del siglo XVII, pero bajo esa capa de riqueza se escondía una pestilente podredumbre moral. Burton sabe escarbar bajo esa capa y va apartando los sedimentos que subyacen bajo ella a la par que Nella recibe nuevos elementos para decorar su casa de miniaturas.
"Nella se pregunta el motivo de tan extraña provocación. Puede que las conversaciones de sociedad sean así, combativas y perturbadoras, disfrazadas de charlas despreocupadas."
La nueva señora Brandt recibe diminutas reproducciones de una misteriosa miniaturista que parece ignorar sus órdenes y pedidos y enviarle lo que ella considera oportuno acompañado de enigmáticas notas. Nella va percatándose de que las figuras enviadas representan los secretos que oculta su nueva familia. Desgraciadamente para ella, estos son profundos y peligrosos.
"El silencio la ensordece, el dolor estalla en el centro de su corazón. La humillación brota en una negra espora y se extiendo por millares, y el sufrimiento que hibernaba en ella encuentra por fin una voz."

azucar-2. Fotografía de elitedigitalgt

Petronella no ha ido a parar a una casa con un ambiente fácil. Su marido es atentamente frío con ella, su cuñada Marin es déspota e inquietante y los dos criados parecen tener más derechos y conocimientos de su nuevo hogar que la propia Nella. Burton crea sin duda unos personajes fascinantes, especialmente Marin, pero sin embargo me ha costado mucho conectar con ellos, y creo que ese es el motivo principal que me ha impedido sumergirme del todo en esta gran novela.
"Nella regresa a su cuarto y trata de escribir una carta a su madre para contarle sus apuros, pero las palabras que escoge no revelan sus mejores cualidades, se niegan a corresponder a sus sentimientos. No logra describir su desconcierto, sus diálogos con Marin, a un marido que habla todas las lenguas menos la del amor, ni a los criados, cuyos mundos están ocultos, cuya risa también es otro lenguaje."
Marin es fascinante, sí, y al finalizar el libro casi me he quedado con la sensación de que lo que realmente se contaba en él era su historia. Pero sería injusto quedarse sólo en eso, así como en el retrato de la sociedad holandesa o en los misterios ocultos de la familia Brandt y de la miniaturista. "La casa de las miniaturas" contempla de forma magnífica y soterrada temas tan controvertidos como el papel de la mujer en la familia y en la sociedad, el racismo o los tabús sexuales.
"La palabra reverbera en el aire. Nella se queda sin aliento, petrificada entre los milicianos enmudecidos. Es una palabra que dinamita los cimientos de Ámsterdam, bajo sus iglesias y todas sus tierras, y hace astillas su preciosa vida. Después de "codicia"  e "inundación", es la peor del vocabulario de la ciudad, equivale a la muerte y los guardias lo saben. Amilanados por la bravuconada de su cabecilla, no se atreven a mirar a Nella a los ojos."
Y también nos habla de la necesidad de tomar las riendas de nuestro propio destino. De no delegar el rumbo de nuestras vidas en nadie más a pesar de las adversidades que se nos puedan presentar. Este y no otro es el mensaje principal de esta novela y esto es lo que comprende por fin Nella. Nella, esa chiquilla de dieciocho años que madura a fuerza de nefastos descubrimientos. Nella, que sufre un cambio espectacular en tan sólo unos meses. Necesitará para ello dejar de buscar respuestas en su casa de miniaturas. Sólo así podrá ampliar horizontes y encarar la realidad.
A mí me pasa un poco también como a Nella. Me ha sobrado la casa de las miniaturas. Sólo cuando me he desprendido de ella he podido meterme hasta el fondo en esta historia. Y he de confesar que el último tramo de esta novela lo he leído completamente absorta en sus páginas. El resto me lo he pasado contemplando esa magnífica reproducción, admirando su fino arte, deleitándome en su gusto exquisito, alabando cada detalle. Pero es esta una casa en la que sólo se puede mirar, no se puede entrar ni habitar. Y por centrar mi atención en ella he dejado de vivir mi estancia en la casa de verdad, esa casa poblada de susurros y ruidos que aunque no ignoré no supe descifrar. Tan sólo al final he sabido escuchar y comprender. Suficiente, justo a tiempo. A tiempo de redecorar y redimensionar todo lo leído. ¿Y sabéis por qué os digo esto? La casa guarda muchos secretos que no os puedo desvelar, pero uno si os contaré: la casa, la de verdad no la de las miniaturas, es mágica, crecerá en vuestra cabeza y os hablará una vez que hayáis salido y hayáis echado la llave.  Pero no se lo digáis a nadie, porque este secreto no lo conoce ni la mismísima miniaturista. Chsssss...
"-Cuando uno llega a conocer de verdad a alguien, Nella, cuando ve más allá de los gestos más cariñosos, de las sonrisas, cuando descubre la rabia y el miedo lamentable que ocultamos, el perdón lo es todo. Todos lo necesitamos desesperadamente."

Netherlands - Madurodam - 2 September 1986. Fotografía de Barbara Ann Spengler

Ficha del libro:
Título: La casa de las miniaturas
Autor: Jessie Burton
Editorial: Salamandra
Año de publicación: 2015
Nº de páginas: 448
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