COSTURAS
... a mi Madre, posiblemente.
es curioso
verla coser
sola
sin dedal
puntada
tras puntada
con los dedos desnudos.
sin miedo a dañarse.
claro que... las yemas
hubieron
de acariciar
muchas heridas
tiempo atrás.
Gsús Bonilla.
Varios Autores. La casa de los corazones rotos (Ediciones Vitruvio, 2015).