El planteamiento de la historia era atrayente, y por eso nos metimos en este reto. Niños raros, una casa misteriosa, un supuesto mundo mágico con sus propias reglas. El problema es que se pierde en divagaciones, en charlas interminables y descripciones que no aportan mucho y hacen que la historia no avance. Y, sobre todo, muchos personajes. Muchísimos personajes. Algunos están bien perfilados y el lector es capaz de diferenciarlos, pero otros se pierden en la interminable retahíla de apodos. Tabaqui, Lobo, Fumador, Macedonio, Lord, Esfinge, Sirena y un largo etc. Hay veces que no recordaba quién era quién y, lo peor, me daba igual.
Reconozco que no he conseguido terminarme el libro y que, además, en muchas partes he hecho lectura diagonal. No sé qué pretendía la autora con este libro pero a mí me ha resultado soporífero. Y ya lo siento por la editorial que ha sido tan amable de enviarnos los ejemplares, pero yo no recomendaría la lectura de este libro. No obstante, tiene opiniones muy favorables en Goodreads, así que, si os sentís valientes podéis intentarlo. Y si de paso me explicáis de qué va el libro, os estaré eternamente agradecida. ¡¡Visita mi blog y déjame un comentario!!