La casa de los ratones
Autora: Karina Schaapman
Editorial: Blackie Books
ISBN: 9788416290345
Páginas: 59
Sinopsis
¡Adéntrate en el mundo en miniatura de la Casa de los Ratones, una casa que no se parece a ninguna otra! Sam es el mejor amigo de Julia. Julia es la mejor amiga de Sam. Sam es SUPERtímido. Julia es SUPERcuriosa. Juntos viven un montón de aventuras en la Casa de los Ratones, ¡y se meten en algunos líos! Acompáñalos a descubrir un escondite secreto, a dar la bienvenida a un ratón encantador al que llaman «el trapero» y a hacer deliciosas tortitas. Visitarán la mejor pastelería del mundo y una tienda donde venden de todo, y encontrarán una cajita de madera llena de tesoros. Y —¡oh, no!— tendrán que enfrentarse a una terrible y espeluznante rata. Los días pasan volando en esta casa tan singular. La Casa de los Ratones es un lugar mágico y lleno de sorpresas. ¿Te atreves a entrar?
La artista Karina Schaapman dedicó años a construir y decorar la Casa de los Ratones, escenario de este álbum infantil tan especial. La preciosa casita está fabricada con cajas y cartón piedra, con telas antiguas y toda clase de materiales reciclados (cerillas, botones, tapones de botella...). Tiene más de cien habitaciones, pasillos y espacios exteriores para explorar. Los ratoncitos que la habitan también han sido diseñados y creados por Karina. Los cuentos de Sam y Julia fueron surgiendo como por arte de magia mientras construía la casa. (Sinopsis de la editorial)
Reseña de Mustis
La sorpresa de este libro es que los ratones no son dibujados, ni tampoco diseñados por ordenador, ni son ratones reales. Los ratones de esta historia, así como su casa, han sido creados por una mujer, Karina Schaapman, que dedicó diez años de su vida a construir una casa de dos metros de ancho por tres de alto, con más de cien habitaciones a partir de cartón y materiales reciclados. La casa de los ratones está hecho a partir de las fotografías de los ratones en las distintas habitaciones de la casa real. Os recomiendo esta página (http://hetmuizenhuis.nl/en/) si queréis conocer el proceso de construcción que siguió Karina, todo sobre los personajes, e incluso otras versiones de la casa que los lectores del libro han creado inspirándose en la original.
¡Y no os podéis imaginar lo preciosa e impresionante que es la casa! Entre las habitaciones encontramos el cuarto de los niños, la vivienda de un músico, una panadería, un escondite secreto debajo de la escalera... Además, viendo la casa completa me he dado cuenta de que hay muchas habitaciones que no salen en este libro, e investigando un poco he visto que en el país de origen de Karina, Holanda, se han publicado más volúmenes sobre esta casa (así que espero que Blackie Books nos dé la alegría de continuar publicando la serie).
La casa de los ratones es adecuado tanto para niños muy pequeños como para otros más mayores: a los pequeños se les puede ir leyendo la historia (los textos son bastante largos) mientras ellos van mirando las fotografías. Los más mayores comprenderán mejor la historia de los dos ratoncitos, Sam y Julia, que viven su día a día recorriendo las habitaciones de esta casa tan singular. Y los adultos disfrutaremos igualmente con el libro: yo no me canso de mirar sus páginas, y cada vez encuentro nuevos detalles: los artículos de aseo infantil en la habitación de los bebés trillizos, el retrato de una familia real ratona colgado en el salón, el Diario de Anna Frank en la mesita al lado de la cama de la tía de Sam... Todo está tan sumamente cuidado y el nivel de detalle es tan grande que no puedo dejar de demostrar mi admiración por la paciencia de Karina Schaapman.
La impresionante casa de Karina Schaapman
También hay que destacar la labor que ha hecho Blackie Books en la edición del libro. Está editado en tapa dura, con un formato grande que permite que veamos muy bien los detalles, y con un papel que cuadra perfectamente con las características de la publicación. No sé qué hacéis que no estáis corriendo a compraros este libro. Seguro que tenéis algún hijo, sobrino, vecino, a quien le encantaría un regalo así. Y si no, ¡qué demonios!, os lo compráis para vosotros: veréis qué placer es sentaros en vuestro sillón y asomaros a contemplar la vida de estos pequeños roedores tan parecida a la nuestra. Sin duda, es un libro indispensable.
Nuestra propuesta para acompañar la lectura: El mundo secreto de la señora Brisby (Don Bluth, 1982)