Verano de 1924. Durante una rutilante fiesta de la alta sociedad en Riverton, una preciosa mansión a orillas de un lago, un joven poeta se quita la vida. Las únicas personas que han presenciado el dramático hecho, las hermanas Hannah y Emmeline Hartford, no se volverán a hablar nunca más.
Invierno de 1999. Grace Bradley, una anciana de noventa y ocho años que fue doncella en Riverton, recibe la visita de una directora que está rodando una película sobre el suicidio del poeta. Esa visita convoca los fantasmas del pasado, recuerdos que durante décadas Grace había relegado a lo más profundo de su mente, incapaz de enfrentarse a ellos.
Edición: 2ª ed. Publicación: Madrid: Suma de Letras, 2009Descripción física: 597 p., 24 cm.ISBN: 978-84-8365-014-1CDU: 821.111(94)-31"19"Signatura: N MOR casPrecio: 20 euros en la Casa del Libro
FANTASMAS DEL PASADO
Esta novela me la regalaron hace ya un montón de meses, en una de las ediciones del bloguero invisible que organizó Kayena, del blog Negro sobre blanco. Y a estas alturas de la vida imagino que la habrá leído ya tantísima gente que no sé si seré capaz de aportar algo que no se haya dicho ya; pero allá van mis impresiones, que son un poco encontradas. Y es que cuando lees o escuchas opiniones y te acabas creando unas expectativas muy altas, corres el riesgo de no encontrarte exactamente con lo que esperabas...
La historia nos lleva al año 1999 cuando Grace, a punto de ser centenaria, recibe noticias de una directora de cine que está preparando una película sobre la mansión de Riverton. Grace había trabajado allí como doncella en 1924, así que se supone que conoció los sucesos de primera mano; la versión oficial es que el poeta Robbie S. Hunter se suicidó en una fiesta delante de las hermanas Hartford, pero para la película lo que quieren es ahondar en los detalles y conocerlos desde el punto de vista de las personas que los vivieron. Esto hará que Grace saque a flote recuerdos que parecían olvidados, y que de paso se los cuente a su nieto, Marcus, para lo cual está grabándolos en cintas. Grace comenzó a trabajar en Riverton cuando tenía catorce años, y antes que ella fue su madre la que trabajó en la casa. A través de la novela conoceremos los detalles de cómo nuestra protagonista empezó realizando las tareas más ingratas hasta que, con el paso de los años, llegó a ser la doncella de Hannah y estuvo presente el día en el que Hunter se suicidó.
No es exactamente igual aunque la época sí es la misma, pero a ratos la historia me recordó muchísimo a la serie británica Downton Abbey, que también cuenta la historia de una familia rica y la de las personas que trabajan para ellos, y en la que por supuesto también hay sucesos de todo tipo; sin embargo, sin dudarlo ni un momento me quedo con la serie, a pesar de que la historia que cuenta Kate Morton me llamaba muchísimo en un principio. Pero es que, como decía antes, había oído tantas alabanzas sobre esta novela que me esperaba muchísimo más de lo que luego resultó. No sé muy bien cuál fue la razón, pero ya desde el principio me costó un montón meterme en la historia; de hecho siempre ando leyendo varios libros al mismo tiempo y cada vez que me ponía con este, a las dos o tres páginas me daba cuenta de que no estaba prestando atención y lo acababa dejando. Y esto me pasó unas cuantas veces hasta que ya por fin decidí que o lo terminaba o lo dejaba por imposible, pero no lo iba a intentar más. Y con la buena pinta que tenía el libro, me ha molestado bastante esto, la verdad.
Sí tengo que decir que me ha gustado bastante la ambientación, porque la autora describe con todo lujo de detalles cómo era la mansión, y además me parece muy acertado el hecho de usar los saltos en el tiempo para comparar la casa en los años 20, como la recordaba Grace, con el mismo entorno a finales de los 90, como está en la actualidad. Y también me gusta cómo describe la vida en aquella época, el ambiente en la Inglaterra en los años entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, cómo veía los acontecimientos cada personaje según fuera su clase social o el lugar en el que le hubiera tocado vivir. Todo eso me resultó de lo más interesante, a pesar de que se supone que lo más importante de la historia es el hecho de que un poeta se suicidara en la mansión; sin embargo, la autora se centra mucho más en la historia de la propia familia y de sus sirvientes, que en el terrible suceso que ocurrió en Riverton.
El caso es que esta ha sido mi primera lectura de Kate Morton y le habían dado tanto bombo a la novela que sinceramente esperaba mucho más; a ratos se me ha hecho un poco pesada, especialmente al principio, y me costaba mucho centrarme en la historia. A lo mejor ha sido culpa mía y no de la autora, por supuesto, pero eso de estar leyendo un libro y distraerme con una mosca que vuele es una sensación que no me gusta nada; no me hace mucha gracia que por ir concentrada leyendo se me pase la parada del metro, por ejemplo, pero casi prefiero eso a estar con un libro y pensando en cualquier otra cosa porque no consigo engancharme. Quizá debería animarme con El jardín olvidado, que parece que esa sí le ha gustado a todo el mundo sin excepción. En cualquier caso, seguramente le daré otra oportunidad a sus historias; esta no me ha convencido del todo pero quizá haya otras que sí lo hagan.