¿Un embarazo? ¿Una boda? No, pero es casi tan importante, ya que afianza la relación que comenzó de tapadillo hace dos años.
La waka-pareja lo ha firmado de su puño y letra: se han comprado una casa en Esplugues de Llobregat en la que compartirán la vida dentro de unos meses. A cinco kilómetros del Camp Nou y de la ciudad deportiva del Barça.