Marina ha crecido contemplando desde su azotea el torreón de una casa que nunca ha podido encontrar desde la calle. Jamás ha visto nadie allí ni oído las voces de los inquilinos… hasta que un día de fuerte viento cae en su patio. Al recuperar el sentido, descubre que la casa del torreón es la puerta de entrada a un extraño mundo del que no puede escapar. Con la noche lo más terrible está por llegar…
“-Cuando llegó la noche –prosiguió-, las sombras intentaron devorarme, pero me refugié durante una farola y no se acercaron. Al día siguiente continué buscando a mis padres, pero sólo encontré a unos hombres sucios y extraños. Parecían vagabundos. Cuando me acerqué para pedirles ayuda, uno de ellos me agarró con fuerza y…”
¿Sabéis de esos sueños que empiezan luminosos y se van transformando en oscuros y lúgubres? ¿De esos que por mucho que os escondáis o huyáis siempre hay una sombra que os persigue? Pues la casa del torreón es la puerta a uno de ellos para la joven Marina, una auténtica pesadilla…
Marina es una chica normal y corriente que ha de pasar el verano sola en su casa, estudiando para lo exámenes de septiembre como cualquier universitaria. Podría ser cualquiera de vosotros. Hasta que debido a un fuerte viento cae de la azotea y despierta en el patio de la casa que siempre ve desde la suya propia. Es en ese momento cuando comienzan a suceder acontecimientos muy extraños que pondrán la piel de gallina a más de uno. A mí me pasó puesto que Isabel ha sabido utilizar el suspense y el terror perfectamente para dejarnos con un nudo en el estómago. Aunque durante el día parezca un lugar apacible al caer la noche todo cambia y las sombras se apoderan de cualquier ser vivo, ni siquiera de día Marina estará a salvo puesto que unos grotescos seres podrán aparecer en cualquier momento con unas intenciones nada buenas. Ha sido un mundo tan extraño, una ambientación tan perturbadora que a menudo me daba la sensación de que había algo que se me escapaba. Quizás es ahí donde recae el verdadero misterio de la novela.
Marina me ha gustado como protagonista. Aunque ha habido momentos en que los nervios han
Con poco más de doscientas páginas La casa del torreón se lee de una sentada gracias al buen ritmo que lleva la historia y al estilo sencillo de Isabel, que no hace más que succionarte dentro del relato. Además recalcar que las ilustraciones realizadas por Oriol Malet son las redondean la trama y la hacen más estremecedora.
Aunque desde mi punto de vista tiene un final bastante cerrado hay una continuación titulada El despertar de las sombras; yo ya lo tengo en mis manos así que no tardaré mucho en volver al terrorífico mundo de Isabel.