En tiempos de crisis, movimientos sísmicos y ahorro energético, muchos se llevarían las manos a la cabeza al conocer algunos de los datos y cifras que se esconden tras la torre Antilia, considerada como el hogar más caro del mundo. El blog de Artefacto Magazine, recoge las principales características de esta fastuosa y estrambótica construcción.
Lo primero, es presentar a su dueño, el empresario indio Mukesh Ambani, que precisamente hace sólo cinco días saltaba a los medios por ser una de las diez personas más ricas del mundo, según el tradicional ranking que elabora la revista Forbes. Ambani es el presidente, director general y el mayor accionista de Reliance Industries, la mayor empresa india del sector privado y su riqueza,valorada en 27.000 millones de dólares, le ha permitido darse el gusto de adquirir esta vivienda cuyo valor actual, según confirman diversas fuentes, es cercano al billón de dólares.La cifra se vuelve aún más astronómica al conocer que la construcción es sólo para el uso y disfrute de los cinco miembros que conforman lafamilia Ambani. Está situada al sur de Mumbai, en la colina de Cumballa, considerada la milla de oro de la ciudad, donde los precios del suelo alcanzan los diez mil dólares por metro cuadrado. En el número 10 de la carretera de Altamont se alza esta tremenda edificación, supuestamente inspirada en los jardines colgantes e Babilonia y construida por la firma Norteamericana Perkins+Wills.
El edificio tiene 173 metros de alto y 37.000 metros cuadrados distribuidos en 27 pisos; los invitados pueden sentirse bien recibidos con el aparcamiento para 160 automóviles o los tres helipuertos. A esta extravagancia arquitectónica tampoco le falta sala de cine, con capacidad para 50 personas, tres pisos de jardines colgantes, gimnasio, sala de baile, estudio de yoga, tres piscinas o 9 ascensores. Para manejar tan magna construcción, el servicio consta de 600 personas.
Y todo ello, no exento de polémica, ya que las autoridades aeronáuticas hindúes denuncian que estos helipuertos incumplen la normativa legal, mientras activistas medio ambientales también critican el consumo de energía de la vivienda cuya factura mensual asciende a 158.000 dólares… cantidad suficiente para ayudar a miles de personas que sobreviven en los famosos barrios basura o “slums” repartidos por toda la ciudad. Si no, vean este vídeo.
Via: abc