La catedral del Mar, de Ildefonso Falcones

Publicado el 05 febrero 2014 por Covadonga Mendoza @Cova_Mendoza
 La catedral del Mar
Ildefonso Falcones
Editorial Grijalbo
670 pp
 
Argumento:
Durante la boda de Bernat Estanyol y Francesca Esteve aparece el señor del lugar y ejerce su derecho de "pernada" sobre la novia. Como consecuencia de los acontecimientos que este incidente desata, Bernat deberá huir tiempo después con su hijo a la ciudad de Barcelona. Arnau, su hijo, crece en la ciudad, a la sombra de la "catedral del mar", la iglesia de Santa María, que levanta el pueblo llano para todos los barceloneses, y allí vivirá toda suerte de avatares, venganzas, amores, bajas pasiones y desgracias...
Comentario:
El best seller de moda ha defraudado mis expectativas. Pensé que sería un bodrio total y absoluto, pero lo cierto es que es un libro, dentro de su género ("telenovela" histórica), bastante entretenido (aunque literariamente no sea muy bueno).
Construido según la fórmula del culebrón o folletín (aplicable a todas las épocas, en este caso se ha elegido la medieval, pero podría ser cualquier otra...), el libro repasa la vida de los Estanyol, desde la desgraciada boda de Bernat y Francesca hasta la vejez de Arnau, hijo de ambos. En un relato tan extenso caben todo tipo de peripecias, demasiadas incluso.
La prosa es sencilla, sin concesiones a lirismos, ni honduras de ningún tipo. Se lee fácil y ágilmente. Siendo así, no es un libro que destaque en lo formal o en alardes estilísticos o artísticos. Sin embargo, tampoco es una prosa mala o chirriante, sino que está bastante revisada. Resultan un poco incómodos los parlamentos de algunos personajes cuando hablan de las leyes del lugar, o de temas históricos, económicos, etc. Parecen metidos un poco forzadamente para ilustrar al lector, aunque lo cierto es que las explicaciones son claras y fáciles de asimilar. Vamos, didáctico, como si te explicaran una lección en el colegio...
Está claro que un libro de estas características se lee por su historia, y no por los placeres estéticos que pueda proporcionar. En ese aspecto, la trama está muy elaborada, con personajes que aparecen al principio, y luego se retoman, cuando pensabas que no iban a tener más intervención (como las telenovelas). Podría achacársele cierta tendencia a la situación tópica y arquetípica y a la escasa descripción de personajes, que quedan caracterizados muy por encima, aunque de forma que podamos distinguirlos fácilmente. Algo que sí que se nota mucho es el tono melodramático o sentimental de ciertos pasajes, como la muerte de la madre de Joan. El autor maneja todos los recursos y trucos a su alcance para hacer más dramáticas situaciones que ya lo son de por sí. Quizás esta sea la causa de la empatía del lector con el texto. Hay que reconocer que el libro "engancha" y tienes ganas de saber qué pasará o que nueva desgracia afligirá a los protagonistas: exactamente como una telenovela de sobremesa en la que importan más los enredos de "amor y lujo" que el trasfondo histórico de la historia, aunque este está bien ensamblado con la trama. Hay bajas pasiones, truculencia (escenas de latigazos, descritas con todo lujo de detalles), violaciones, torturas... Vamos, lo que siempre funciona en una historia. Cuanto más difícil se pone para el protagonista, mejor, más interés en ver qué pasa. Así este sufre trabajos extenuantes, comete adulterio (típico: mujer abnegada que lo cuida y lo quiere con devoción, en contraposición a amante todo fuego; resultado: sentimiento de culpa del protagonista, pero insistencia en el "vicio", hasta que...), le hacen acusaciones falsas, tiene una experiencia bélica, éxito económico, auge social y político... Todo por cierto, contado en un estilo bastante cinematográfico; casi parece que estás leyendo un guión...
Volviendo al tema del argumento, no puede decirse que destaque por su gran originalidad. Se ha comparado a esta novela con "Los pilares de la Tierra" por su ambientación medieval, el mismo tono de culebrón, tener como fondo la construcción de un templo... A mí, personalmente, me parece que "La catedral del mar" tiene menos texto sobrante, apenas reiteraciones (que sí tenían los "Pilares", hasta el punto de hacerse pesadísima su lectura) y un argumento más interesante, aunque tal vez los "Pilares" tenía más empaque como novela o creación literaria (no mucha más, pero sí que estaba más "novelizada"). El malvado de los "Pilares" era también mas arquetípico y artificial, más maniqueo que sus equivalentes catalanes. Eso no quiere decir que los personajes de la "Catedral" sean una maravilla en cuanto a profundidad sicológica, pero cumplen con su cometido.
Sobre la verosimilitud de las situaciones... habría mucho que hablar. El propio autor reconoce que era bastante improbable en la época que describe que un campesino alcanzara el estatus nobiliario, y aún así incluye tal peripecia en su novela, no sabemos por qué razón, ya que eso no parece tener mucha relevancia (tiene más su fortuna, amasada con el comercio y los negocios) ¿Tanto prestigio sigue teniendo, incluso hoy en día, el "ennoblecimiento"? También podemos encontrar demasiado casuales los encuentros entre personajes que no se conocen pero que tienen relación íntima con el protagonista (su madre perdida durante años y su amante). Las piezas encajan todas demasiado bien. Sin embargo, el desenlace me ha parecido en exceso extendido, muy largo, de más de cien páginas, lo cual le resta un poco de fuerza.
Las mujeres de la novela sufren un maltrato continuo, violaciones, sacrificios, etc. Prácticamente todas son violadas, algunas repetidas veces. En la Edad Media ya sabemos que la situación de la mujer era bastante mala, y que su consideración era pésima. Sin embargo, al margen de esto, el autor incurre, quizás inconscientemente, en los tópicos que hacen de las mujeres sensuales y con iniciativa en el sexo, candidatas ideales al final trágico o al castigo simbólico (no al que hubieran recibido en la época, sino al que les depara el autor). Sin embargo, la mujer que alberga sentimientos románticos etc, es la que alcanza el "éxito" y es casi la única que no termina de puta o quemada. Y este tópico existe en libros ambientados en todas las épocas... incluso en la actualidad. En la novela, varios personajes recuerdan el carácter "malicioso" de la mujer, como tentadora del hombre, pero el autor lo toma tan al pie de la letra, que incluso muestra a una protagonista femenina que se masturba mientras espía a hombres desnudos, roba preservativos rústicos de la época para poder fornicar sin peligro y persigue a un hombre que incluso debe huir a la guerra para escapar de esa sensualidad desatada (aunque eso implique abandonar también a la dulce y buena esposa)... como si asimilara esa creencia medieval, aun en nuestros días... Otra de esas lascivas mujeres desencadena una cruel venganza contra un marido que se niega a "yacer con ella", que lo desea, claro...
Podría objetarse que la falta de algún personaje que se queje un poco de la situación de la mujer y sea algo rebelde, está justificado porque en la época eso no se estilaba; es cierto, pero tampoco se estilaba que un cristiano defendiera ante el mismísimo tribunal de la Inquisición que el cristianismo no eran más que creencias (como cualquier otra religión), cuestionara la idea de la maldad intrínseca de los judíos, y defendiera que los judíos "eran iguales que nosotros", sin embargo, eso sí aparece en la novela...  Este mismo personaje también estaba en contra de la esclavitud, no obstante se enriquecía con ella... (sin saberlo, un apaño del autor para "salvarle" la cara).
En fin, al margen de estas consideraciones un poco tontas, el libro entretiene, no se hace farragoso, tiene un ritmo de película blockbuster americana, un tono melodramático y mucho de folletín... No es "alta literatura", sea lo que sea eso, pero entretiene. Y además parece bien documentado. He leído por ahí que el mismo autor reconoce que este texto, antes de ser publicado, ha pasado por más de una docena de manos que lo han corregido. Se nota que se ha buscado lo más comercial, y no han fallado: saben lo que gusta al público. Pero bueno, aunque no sea totalmente mérito del autor sino de un trabajo "editorial", no está mal para pasar el verano... Esa es su finalidad; no le demos más vueltas...
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