La Catedral de la Luz, fue la singularidad estética principal en los multitudinarios mítines del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Nüremberg a partir de 1933 e inmortalizados por la cineasta Leni Riefenstahl en el Triunfo de la Voluntad y en un anterior, dirigido por Hans Weidemann llamado Festliches Nürnberg.
Como las obras arquitectónicas del Zeppelinfeld no se pudieron acabar a tiempo, Speer decide usar provisionalmente reflectores antiaéreos para crear una serie de columnas de luz que cerraran el espacio. Para ello utiliza 152 reflectores colocados a 12 metros uno de otro y apuntados, en vertical, hacia el cielo.
El resultado era una impresionante pared de luz que rodeaba el recinto y lo hacía visible a kilómetros de distancia. Aunque originalmente se habían planeado como una medida temporal, se continuó usando para los mítines del partido.
El efecto que se lograba fue brillante, tanto desde el interior del Zeppelinfeld, construido para más de 300.000 participantes, como desde los exteriores del recinto.
Para Speer "la sensación era de una gran habitación, con las vigas sirviendo como poderosos pilares de paredes exteriores infinitamente ligeras".
El embajador británico, en Berlín, Sir Nevile Henderson, describió el efecto como "solemne y hermoso, es como estar en una catedral de hielo".
Los reflectores eran propiedad de la Luftwaffe, lo que causó problemas con su comandante en jefe, Hermann Göring, porque eran la mayor parte de la reserva estratégica de Alemania. Finalmente Hitler decidió que su uso en estas ceremonia era bueno como medio de propaganda mostrando al mundo el poderío de Alemania:
Si los utilizamos en cantidades tan grandes para algo como esto, otros países pensarán que estamos nadando en reflectores.
Cada año los congresos tenían un lema acorde con la situación política del momento, como sucede en la actualidad. El primer congreso, de 1933, se llamó "De la victoria", por la victoria del pueblo alemán que puso fin a la República de Weimar.
El celebrado en 1935 está dedicado a la "liberación" del Tratado de Versalles, por lo que se llamó "Congreso de la libertad".
Al año siguiente se celebró el "Congreso del Honor" por la recuperación de región de Renania.
Los dos último que se celebraron, en 1937 y 1938 se llamaron "Congreso del trabajo", por el gran descenso del desempleo desde la llegada de Hitler a poder y "Congreso de la Gran Alemania" por el Anschluss, la anexión de Austria al III Reich.
El congreso de 1939, que se iba a llamar el "Congreso de la paz" (Reichsparteitag des Friedens), se canceló a última hora debido a la invasión de Polonia y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Para saber más:
Universidad Complutense Madrid
Rare Historical Photos
The Vintage News
Mashable
Gizmodo
Diedrica