Carlos III, cazador, c.1787, Francisco de Goya
Museo del Prado - Fuente
Nunca habíaestado en boca de tantos el asunto cinegético. La caza se ha convertido en trending topic durante estos días graciasa una de las habituales torpezas que suelen acompañar a los Borbones. Y es quela caza pasó de ser un instinto primario del ser humano a ser asunto regio y de alta alcurnia, reservado a señoritosde bien y grandes personajes de gatillo fácil, siendo entretenimiento favoritode nuestros monarcas desde tiempos pretéritos. Goya retrató a un Carlos III,cercano a su muerte, en oficio de cazador. Con un aire bobalicón el rey serecorta sobre la sierra madrileña sujetando su mosquete. A sus pies, el perroduerme con cierta cara de hastío, ajeno a los caprichos de su amo. A vecesrecuerdo aquella frase que decía ¡Dios,qué buen vasallo si hubiera buen señor…!
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