Lucas es un hombre encantador de cuarenta años divorciado y que trabaja en una guardería como instructor. Un mal día, tras una pequeña discusión con la hija de uno de sus amigos, la niña le dice a la directora que Lucas no le cae bien, y repite palabras malsonantes que le ha escuchado recientemente al hermano mayor referentes al sexo. Saltan las alarmas y todo el mundo se pone en pie de guerra en contra del educador. Lucas entrará en un torbellino de horror, demencia y denigración personal imparable del que parece que no podrá reponerse.
La tensión que transmite The Hunt es insoportable. Una vez comienza no hay respiro, las situaciones de vejación y de exclusión social a las que se ve sometido Lucas son insufribles, la impotencia embarga al espectador sin remisión, y resulta una absoluta tortura. En ocasiones es necesario incluso autoconvencerse de que lo que se está viendo no es más que pura ficción para así poder volver a retomar el aliento. Posiblemente lo mejor de la película, junto con el ambiente opresivo, sea su carácter de obra imperfecta. Algunos personajes son algo planos, el propio Lucas es excesivamente bueno cuando se nos presenta por primera vez, y algunas situaciones resultan forzadas y excesivas, como el interrogatorio a la niña, pero todo esto no resulta un lastre. Vinterberg sabía a lo que sea atenía cuando terminó el guión, existían fallos que si la película no estaba bien llevada aflorarían a la superficie de forma notable y lastrarían el film. Pero el perfecto desarrollo de la obra gracias al pulso narrativo de su director y a la interpretación absorbente de Mikkelsen todos los errores de guión y grietas argumentales quedan olvidadas. Eso es lo increíble, que pese a sus evidentes posibles fallos, el resultado final tiene coherencia y funciona a la perfección.
El final de The Hunt, y aquí viene un spoiler, resulta algo chocante, cuando vemos que ha transcurrido un año y que todo está arreglado, como si nunca nada de la pesadilla hubiese sucedido. Pero vivimos con la angustia de que algo va a ocurrir, que algo se va a torcer, y ahí es cuando entra el intento de asesinato, que nos recuerda, y a Lucas también, que por mucho que aparentemente todo parezca haberse arreglado siempre quedarán personas que guarden resentimientos por algunas actuaciones que ni siquiera han sucedido. Tensa y absorbente obra maestra. Cameo edita con excelente calidad, como nos tiene acostumbrados, esta excelente película. Con poca cantidad de extras, quince minutos de entrevistas, pero muy interesantes.