La caza y el papel de las sociedades ornitológicas

Por Davidalvarez
Hace unos días se desató una fuerte polémica acerca de las aficiones del vicepresidente de SEO/Birdlife (actualmente dimitido de su cargo), que en una entrevista publicada en la revista Trofeo Caza comentaba su afición a la caza y sobre todo a la caza de patos. Tal como indicaron algunos miembros de la Junta Directiva de esta asociación, ser cazador no es incompatible con ser socio de SEO, pero ¿es ético que un cazador forme parte de la junta directiva de una sociedad ornitológica? 
Si leemos el primer artículo de los estatutos de esta asociación, el primer fin de SEO/Birdlife es el siguiente:
"Conservar las aves silvestres y su hábitat en territorio español, así como, a través de BirdLife International, contribuir a la conservación de la biodiversidad mundial"
Cualquier socio o cualquier persona aficionada a la ornitología no podría estar más de acuerdo con ese primer punto. Por una sencilla razón, porque es evidente. Una sociedad ornitológica debe tener como principal misión luchar por la conservación de las aves y personalmente pienso que la conservación de las aves y su bienestar deben primar por encima de su observación o su disfrute, si este causa un perjuicio a las mismas.
Partiendo de esta premisa, ¿es compatible caza de aves y conservación? Antes de seguir es conveniente dar unos datos sobre la actividad cinegética en España, extraídos del Anuario de Estadísticas Agrarias (Garrido, 2012) y referidos tan solo a unas pocas especies incluidas en el el grupo de "caza menor"

Tal como se puede ver en la tabla (haced click sobre ella para verla mejor), la caza "legal" ha acabado en 10 años con 14,5 millones de codornices, 40 millones de perdices, 5 millones de tórtolas y 30 millones de zorzales, entre otras aves. 
Ante estos datos, no creo que haga falta dar muchas más explicaciones. La caza ha puesto al borde de la extinción a muchas de estas especies, entre ellas la Tórtola europea, elegida ave del año en 2015 por la propia SEO/Birdlife debido a su delicada situación. Seguramente el declive de la Tórtola este relacionado con los cambios en las prácticas agrícolas, pero parece evidente que en esa situación lo menos conveniente es contribuir a su declive cazándolas.
Cuando se pregunta por el posicionamiento de algunas asociaciones ornitológicas sobre el tema de la caza, la respuesta suele ser unánime. Se posicionan claramente en contra de la caza ilegal, del furtivismo o del uso de venenos. Pues claro, lógico, y no solo ellos, sino los jueces y fiscales, ya que todas esas actividades están prohibidas y por lo tanto posicionarse en contra de ellas es una perogrullada, ya que ya hay leyes que sancionan esas prácticas.
Patos cazados legalmente
El problema surge cuando hay que posicionarse sobre el tema de la caza legal. Entonces las respuestas suelen ser más tibias, más moderadas, más conciliadoras. Se habla de tradición, de caza y conservación, se dice que la caza puede ayudar a la protección de las aves porque gracias a ella se pueden mantener reservas y zonas húmedas con solo pagar un peaje, unos centenares de pajaritos muertos. 
A mi, personalmente, ese me parece un argumento torticero y falaz, porque para dar esas excusas ya se valen solas las asociaciones de cazadores, que suelen barnizar con una pátina conservacionista una actividad que sólo se puede explicar por el placer que proporciona matar un animal. O se lo podemos dejar a los políticos, que hablan de los beneficios económicos para las arcas públicas, despreciando a todos aquellos que disfrutamos de la naturaleza cambiando la escopeta por unos prismáticos. Un ecosistema y las especies que en él se encuetran deben protegerse por su valor intrínseco y eso es lo que tiene que defender una asociación conservacionista.
Actualmente la caza menor no tiene ningún sentido, salvo el de dar placer al colectivo de cazadores. Muchas de las especies de caza menor están en una situación crítica, otras muchas, como los zorzales, cazados masivamente en España, desempeñan un papel esencial en los ecosistemas como dispersores de semillas, o las anátidas, que se alimentan de algas macrófitas y ayudan a mantener el equilibrio ecológico en los humedales. 
A mi modo de ver, una asociación ornitológica debería posicionarse de forma clara y contundente en contra de la caza de aves, sin medias tintas ni excusas, porque para las excusas y para defender la actividad cinegética ya están las asociaciones de cazadores. Ya han conseguido que se aprueben leyes como la de Castilla la Mancha que antepone el derecho de los cazadores al de los demás usuarios del monte, como excursionistas, ciclistas u observadores de aves, planteando escandalosas multas por "interferir en el ejercicio de la caza". Y deben unirse para apoyar las iniciativas de otras asociaciones, como la petición de prohibición de la caza en humedales, como la que promueve la Asociación de Naturalistas Palentinos en el entorno de las lagunas de La Nava y Boada.
SEO/Birdlife es actualmente la asociación ornitológica más importante a nivel nacional, y es necesario que lo siga siendo y para eso necesita escuchar a la mayoría de sus socios (entre los que me incluyo, por ahora) que mayoritariamente están en contra de la caza. Y debe hacerlo ya.
NOTA: el señor Javier Hidalgo de Argüeso ha presentado su dimisión como vicepresidente de SEO/Birdlife hace dos días y ha sido aceptada por la Junta Directiva de esta asociación. Es un primer paso y personalmente espero que no sea el último.