El autismo y la ceguera en la clase dirigente
"Las clases populares se revolvieron contra todo: Gobierno, patrones, instituciones y autoridades en un ataque de violencia ciega e indiscriminada. ¿Cómo pudieron pensar las clases dirigentes que eso no iba a suceder?"
Historia e historias suelen entretejerse en las obras biográficas basadas en reminiscencias familiares. Lo que tenga que contar un hombre sobre su propia vida, si está contado con verdad, es raro que no interese a sus semejantes. Quizá sucede porque, en el fondo, las pasiones y obsesiones esenciales no han cambiado desde la antigüedad. Por tanto, este tipo de relatos terminan resultando en general muy apasionantes y, de un modo u otro, siempre sirven para entender el tiempo propio del espectador.
Podemos comprobarlo una vez más en el documental catalán de Mireia Ros, "Abans que el temps ho esborri" (Antes que el tiempo lo borre). Se trata de una crónica familiar, narrada en primera persona por su último vástago, del discurrir por el siglo veinte de una familia de la alta burguesía barcelonesa. El documental pasa de puntillas por la Semana Trágica y la Guerra Civil, como si fuera un sarampión que les pasó a otros. Puede parecer error del documental pero es, sin embargo, no defecto sino designio de sus autores. Saben que esa fue la actitud mayoritaria de la burguesía barcelonesa: huir o encerrarse en sí misma antes que admitir que habitaba un mundo que se desmoronaba. Lo marca en el filme una escena que funciona como giro de bisagra en el centro del metraje. En ella, sobre imágenes de la ciudad se escucha el tema Si mires enrere (Si miras atrás), un rap hecho por Gato-el-Qiman que empieza con los primeros versos de la nueva oda a Barcelona, escrita por el poeta Joan Maragall a principios del siglo veinte.
La burguesía de entonces pretendía ignorar plenamente cómo vivían sus conciudadanos, sin darse cuenta de que solo las sociedades desestructuradas necesitan banderas y emociones fuertes para unirse más o menos endeblemente en torno a algo. Ahora que Samuel D. Abrams ha publicado el minucioso estudio titulado Leer a Maragall ahora es un buen momento para seguir mirando cómo vive el conciudadano y comprobar si las palabras del poeta siguen vigentes o si el ejercicio de Gato-el-Qiman es, como su título podría dar a entender, una simple mirada atrás a una lección tristemente aprendida.
Sabino Méndez 5 FEB 2011
FuenteGala Ondas 2013
Escucha España, - la voz de un hijo / que te habla en lengua - no castellana; / hablo en la lengua - que me han enseñado / la tierra áspera; / en esta lengua pocos te hablaron; / en la otra demasiado /". - Joan Maragall
La madrugada del 20 de diciembre de 1911, con cincuenta y un años recién cumplidos, fallece en su casa de Sant Gervasi el poeta Joan Maragall. Sus últimas palabras fueron: «Amunt, amunt!» (¡Arriba, arriba!)