La celebración de la vida

Publicado el 09 abril 2014 por Elinfiernodebarbusse

Yo me celebro y yo me canto,
Y todo cuanto es mío también es tuyo,
Porque no hay un átomo de mi cuerpo que no te
pertenezca.
Indolente y ocioso convido a mi alma,
Me dejo estar y miro un tallo de hierba de verano.
Mi lengua, cada átomo de mi sangre, hechos con esta
tierra, con este aire,
Nacido aquí, de padres cuyos padres nacieron aquí, lo
mismo que sus padres,
Yo ahora, a los treinta y siete años de mi edad y con
salud perfecta, comienzo,
Y espero no cesar hasta mi muerte.
Me aparto de las escuelas y de las sectas, las dejo atrás;
me sirvieron, no las olvido;
Soy puerto para el bien y para el mal, hablo sin
cuidarme de riesgos,
Naturaleza sin freno con elemental energía.

Nórdica acaba de publicar un libro precioso, una antología de poemas de Walt Whitman con el feliz título de La extensión de mi cuerpo. Los poemas -entre ellos, este "Canto a mí mismo"-, están traducidos por Antonio Rivero Taravillo y se aderezan con unas deslumbrantes ilustraciones (véase arriba) de Kike de la Rubia, quien ya ilustró a Emily Dickinson para la misma editorial.
La poesía de Whitman es un canto a la naturaleza y una celebración de la vida en lo que tiene de belleza, de éxtasis y de irrepetibilidad. Este libro reclama un disfrute íntimo, un espacio y un tiempo apropiados lejos de ruidos de todo signo, de wassaps y demás interferencias para poder experimentar en toda su intensidad la impagable comunión de vista y sonido, tacto y olfato que porporciona. Necesitamos muchos libros como este. Que nos invadan, que nos vareen, que nos inyecten lucidez.
Poderosa palabra.
Elemental energía.