Portada de La cena
Una mesa, un restaurante de esos en los que hay que reservar con antelación o tirar de contactos, dos parejas cultas, 'exitosas', bien posicionadas. Este es el escenario de "La cena" de Herman Koch. Entrantes, primer plato, segundo plato y así hasta el postre. De esta manera distribuye Koch los capítulos de esta novela. A la vez que se suceden las viandas se irán intercalando también conversaciones banales, pero éstas sólo esconden el verdadero propósito de la reunión. La tensión corta el ambiente, diríamos si se tratase de una novela de suspense o terror, y aunque no sea el caso los temas tratados en "La cena" dan auténticos escalofríos.El auténtico motivo por el que se citan los dos matrimonios es para 'afrontar' un suceso de violencia en el que están involucrados los hijos adolescentes de ambas parejas. No es la violencia el único asunto controvertido que trata el escritor holandés en su novela. Bajo los acontecimientos que se van desvelando en esa cena subyace la sobreprotección de los hijos, la exculpación y autoexculpación, la hipocresía y doble moral, la superioridad intelectual mal entendida. Podría haber elegido Herman Koch escribir un ensayo en lugar de una novela, pero considero que con esta última la reflexión sobre estos temas cobra una mayor dimensión. En esta historia nadie es lo que aparenta, y el autor sabe jugar muy bien sus cartas y hacernos partícipes de esta espiral de hipocresía en la que vive sumida la sociedad actual occidental. Nosotros lectores entramos al trapo y nos lanzamos a prejuzgar antes de conocer, y el que habla de lo que no sabe más tarde o más temprano acaba equivocándose.
Tan sólo mencionar un detalle que en mi opinión empaña un poco esta magnífica disertación que nos ofrece Koch. Observo una especie de 'justificación' de la violencia hacia el final de la novela aunque estoy segura de que para nada es la intención de su autor. Me gustaría explicar más esta cuestión pero no voy a incidir más en ella para no desvelar puntos clave que considero los futuros lectores han de descubrir ellos solos.
Esto es lo que os ofrezco esta semana, pajaritos, un retrato aberrante de esta sociedad enferma de la que todos formamos parte pero de la que también todos renegamos, una historia que os sorprenderá y repugnará a partes iguales. Aun así, recomiendo encarecidamente su lectura, para aunque sólo sea por un momento en nuestras vidas, aplicarnos a mirarnos en ese espejo en el que ninguno nos queremos ver.
Fotografía de Masternet82
Ficha del Libro:Título: La cenaAutor: Herman KochEditorial: SalamandraAño de publicación: 2010Nº de páginas: 288
Más sobre "La cena" de Herman Koch
"La cena" ha sido galardonada con el Premio del público y escogida Libro del año 2009 en Holanda.Si aun tenéis dudas sobre este libro y queréis leer sus primeras páginas, aquí os dejo el enlace por cortesía de su editorial.
Buceando por el ingente mar de internet me he enterado de que Cate Blanchett debuta en la dirección con la adaptación cinematográfica de esta novela. Lo que desconozco es si ya se ha inicado su rodaje. Si hay algún cinéfilo por ahí enteradillo, por favor que informe.
Curiosidades
He iniciado esta entrada comparando la lectura de esta novela con el padecimiento de una enfermedad, no en vano la trama gira en torno a una sociedad podrida. En determinado momento de la elaboración de esta reseña los circuitos neuronales de mi memoria han traído a mi mente a otro Koch de nombre Robert. Nacido en 1843, Robert Koch, médico alemán y Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1905, es conocido por el descubrimiento del bacilo de la tuberculosis y sus hallazgos sobre el cólera. Pero si por algo ha pasado a la Historia es por los llamados Postulados de Koch, que establecen las condiciones para que un organismo sea considerado causa de una enfermedad. Maravillosa coincidencia que todavía es más si os digo que el nombre completo del padre de la bacteriología moderna es Heinrich Hermann Robert Koch.Y el próximo viernes... volaremos hacia el mundo paraleo que imaginan algunos niños y descubriremos que ese mundo es más real de lo que en un principio imaginamos. Ayudaremos Budo, amigo imaginario, a salvar a Max, su amigo real, en "Memorias de una amigo imaginario"