La censura al documental “Presunto culpable”, valiéndose la expresión, no tiene más culpable que las complicidades que se dan en todos los ámbitos de gobierno, siempre que se trate de proteger los intereses de partido o grupo político.
El sistema judicial mexicano apesta, siempre se ha sabido, pero nunca se había tenido la oportunidad de exhibirlo con todo su mugre corruptela. Sabemos bien que nadie, de las altas autoridades del país, empezando por el propio presidente Calderón, dirá esta boca es mía. Diputadetes comedores del erario sólo se expresarán para posar ante la prensa, pero no harán nada relevante.“Presunto culpable”, con toda su crudeza y expresión de la incapacidad de impartir y administrar justicia del sistema mexicano, sólo es una probadita de lo que realmente ocurre al interior del sistema que se encarga de impartir justicia; todo se realiza en lo oscurito, si hay que fregarse a alguien se lo friegan, con toda y su inocencia, si hay que soltarlo lo hacen sin ruborizarse tantito; así son los jueces, así son los ministerios públicos y más terribles los judiciales o policías, corporaciones policiacas a las que sólo les cambian el nombre, quedándo los mismos vicios y corruptelas de siempre.