La central térmica de Velilla del Río Carrión.

Publicado el 05 noviembre 2023 por Monpalentina @FFroi

Velilla del Río Carrión era un pueblo agrícola y ganadero -como la inmensa mayoría de los que había repartidos por la Montaña Palentina-cuando los mineros pioneros extrajeron las primeras piedras del carbón de las entrañas de bosques centenarios.


Aquellos obreros, que con el tiempo ganarían en profesionalidad y experiencia, trabajaban largas jornadas laborales en el tajo, con herramientas rudimentarias, sin apenas medios y jugándose la vida días y día también por un oro negro, que, a la postre, les permitía llevar un plato de comida a la mesa de su hogar. El reducido número de mineros que comenzó esta actividad, desconocida en la zona hasta los albores del siglo XX, fue el aumento de manera progresiva con el paso de los años, a la par que las explotaciones carboníferas proliferaban en casi la totalidad de valles de la comarca, por pequeñas y remotas que estás fuera. Como muestra, los apenas 218 operarios que trabajaban en las explotaciones de antracita 1903 (incluidos mujeres y niños a partir de 10 años), se duplicaron en una década -468 en 1913- y pasaron a ser 1.308 en 1.918 según destaca el historiador Faustino Narganes.

Con esos mimbres, no es de extrañar que años más tarde, Iberduero -el germen de la actual Iberdrola- pusieran su atención esta zona de Palencia para instalar uno de los grandes proyectos: una central térmica que generaría electricidad alimentada por el carbón que se producía en el entorno. Y fue Velilla donde la compañía encontró todo lo que precisaba para su construcción: toneladas de carbón, en un radio de apenas un puñado de kilómetros (en el propio municipio, en el vecino de Guardo, en Santibáñez de la Peña, Castrejón, Cervera, Barruelo y poblaciones cercanas de León), agua abundante del río Carrión para alimentar la instalación y una extensión de terreno lo suficientemente grande como para acoger un complejo de unas magnitudes nunca vistas hasta entonces en el alto Carrión.

Según los datos aportados por el cronista Free Tour, Jaime García Reyero, el proyecto comenzó a gestarse 1950, tras el anuncio que Francisco Franco realizó en Ponferrada (León) el 14 de julio de este año. Su capital inicial sería de 60 millones de pesetas 360.000 €, ampliable después a 240 millones de pesetas (1 millón y medio de euros), aunque sus promotores tuvieran que esperar un tiempo hasta que, finalmente, pudo ver la luz.

En 1955 se comunicó su ejecución a los representantes de los mineros, que lo acogieron como una gran noticia, pues consolidaría las explotaciones existentes, crearía nuevos empleos y generaría más riqueza en una comarca que, por aquel, entonces, se convirtió en el auténtico motor industrial de la provincia.

Al fin, en 1957, en concreto el día 10 de junio, el Consejo de Ministros autorizó la construcción de la central velillense. Una vez anunciada la edificación, hubo que buscar financiación. En total 9.300.000 $ (7.76 millones de euros al cambio) que llegaron procedentes de Estados Unidos. Tras lograr ese dinero, la central fue construida por Entrecanales y Távor, siendo la empresa encargada de su explotación Centrales Térmicas del Norte de España (Terminor), creada para ese fin en 1958 en Bilbao y formada por capital Iberduero y Electra Viesgo.

Imágenes de José Luis Estalayo

Rubén Abad Ruiz, nacido en 1986. es un palentino de origen guardense que, tras haberse formado como periodista y comunicador, atesora una amplia experiencia en medios de comunicación. En la actualidad desarrolla labores de redacción en Diario Palentino, donde mantiene un vínculo especial con el mundo rural, y en particular, con la Montaña Palentina, a la que da voz en sus artículos en prensa diaria, además de en redes sociales y en otros espacios donde colabora.