Un día más me presento ante estas teclas del ordenador para viajar al pasado, a las tierras del antiguo municipio de Carabanchel Bajo, hoy uno de los barrios con más personalidad e historia de nuestra querida ciudad, Madrid. ¿Me acompañáis a descubrir las curiosidades y anécdotas de uno de sus edificios más emblemáticos? ¡Seguro que lo conocéis!
En los primeros años del siglo XX la población de Carabanchel Bajo va en aumento y la humilde plaza de toros de la calle de la Magdalena se queda pequeña, por lo que se decide levantar un nuevo coso taurino a las afueras de la población. El solar elegido quedaba cerca de los jardines de la finca de Vistalegre, por este motivo, la nueva edificación, tomó su nombre, como no podía ser de otra forma. Este coso taurino se presentó ante todos los paisanos y taurinos del momento con su estilo neomudéjar el día en que se cumplía el primer centenario de la Guerra de la Independencia. En aquel momento, si las cifras de los medios no mentían, se completó con un aforo de ocho mil espectadores para ver aquella corrida histórica en honor de la Asociación de la Prensa de Madrid.
Pocas décadas después de su puesta en marcha la cruenta Guerra Civil Española, se cruzó en el camino de este edificio. En los años que duró el conflicto, según se iba acercando al centro de la península, está zona se fue preparando para la gran batalla final. Por ello, en algunos momentos de la guerra, el edificio cambio su uso lúdico y festivo por el militar. Tras el fin de estos años para olvidar, la estructura que formaba el coso, se tuvo que derruir por los daños sufridos. El espíritu de reconstrucción de esta nueva etapa tuvo a la plaza como uno de sus objetivos y consiguió, en parte, levantar de nuevo el coso taurino aunque sin alcanzar los anhelos de los planes iniciales. El resultado definitivo dio a los madrileños de este siglo la idea de llamar a la plaza La chata dado que la parte superior del edificio no tenía las torres y grada cubierta que tuvo en el diseño anterior.
El Palacio de Vistalegre, edificio que podemos ver en la actualidad, se levantó sobre los cimientos de esta segunda edificación acometida a finales del siglo XX. Hoy en día acoge diversos eventos lúdicos y es un lugar señalado dentro del barrio. ¿¡Quién no ha estado en algún evento por allí?!
Espero que hayáis disfrutado de estas líneas y que las recordéis si os encontráis por casualidad este edificio histórico, hoy en día reconvertido, en parte, en lugar de conciertos y eventos culturales. ¡Disfrutad del día y compartid en redes sociales!
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