La Chef Lucy y su Torre de Aprendizaje

Por Patadita Paloma Micó @pataditablog

Cuando Lucy cumplió 15 meses, ya llevaba bastante tiempo andando y una de las actividades que más le llamaba la atención era la cocina.

Le encantaba que Súper Papá la alzara en brazos para ver lo que se cocía (nunca mejor dicho), y a veces no entendía que no podía estar porque era peligroso para ella.

También le gustaba abrir los cajones y sacar ollas o menaje de cualquier tipo para jugar desde que gateaba, así que tiene toda la parte baja de un mueble de la cocina con juguetes varios, tuppers, tapas y otros enseres a los que por cierto, ya no hace ni caso porque ya se ha pasado ese nivel, pero que nos sirvió para distraerla durante un tiempo.

Una noche que Lucy se estaba enrabietando porque quería estar en la trayectoria del aceite caliente, cogí una caja de cartón que estaba destinada a guardar ropa de esa que ya no le vale y nunca más volverá a ponerse, y monté una cocina improvisada: cogí cucharas de madera, cazos y algún bote vacío junto con la comida de tela de Ikea (regalo del #LucyCumple) y conseguí una cocinita de juguete a la altura perfecta de Lucy y muy digna.

Pero esta cocina duró poco, porque viendo Súper Papá que triunfaba, fue a Ikea y le compró la mega cocinita. A mi me encanta la verdad, pero a parte de pensar que mi cocinita tenía mucho encanto, me parecía demasiado pronto para que tuviera una cocina de juguete así. Mi razonamiento es que ella todavía no sabe jugar a las cocinitas, no sabe lo que hacer con esos juguetes, solo imita lo que yo hago. Y algo de razón tengo porque he tenido que quitarla de la zona de juegos por uso casi nulo.

Por eso mismo, antes que esa cocina llegara a casa, Súper Papá y yo hablamos de la importancia de tener una Torre de Aprendizaje (Learning Tower) y su necesidad. Muchas veces le hemos puesto una mesita baja en la cocina para que pudiera colaborar con postres o galletas y es que su interés por la cocina es notable y la Torre de Aprendizaje podía ayudarnos a fomentar esa afición.

Así que al mes siguiente nos pusimos manos a la obra con la Torre de Aprendizaje.

Materiales que utilizamos:

  • 2 tablas estrechas de madera fina del mismo color del taburete que compramos en Leroy Merlín. Son para rodear la parte alta de la Torre.
  • Tornillos y cinta americana.
  • Un pegamento especial para madera y lija para limar las aristas de las tablas cortadas.

MONTAJE

1º Montamos ambos taburetes, pero uno de ellos sin los escalones. Igual que en la fotografía.

2º Colocamos la parte sin escalones encima de la otra de manera simétrica y aprovechamos el agujero que ya tiene la escalera que queda arriba, en la parte opuesta a los escalones para fijarlo con un taladro y un tornillo lo suficientemente largo. Nosotros utilizamos uno que sobró del mismo montaje.

3º Fijamos los laterales con un par de tornillos. Para esto hay que hacer agujeros y esa madera está lacada por lo que hay que tener precaución. A estos tornillos Súper Papá les puso como protección una cinta americana para que Lucy no se hiciera daño con los pies.

4º Cortar las maderas finas para rodear la parte superior de la Torre. Nosotros lo hemos pegado con el pegamento especial para madera.

Así explicado parece sencillo ¿Verdad? Lucy estuvo presente en todo el proceso y ayudó mucho descolocando todo y cogiendo tornillos.

Buscamos varios tutoriales en los que basarnos y al final Súper Papá le ha dado su toque personal. Yo creo que nos ha quedado genial y muy segura.

También vimos que hay tiendas on line muy chulas que las fabrican y venden. Si no te apetece hacer bricolaje o no eres muy manitas, pueden ser una gran opción, porque además hay diseños espectaculares y convertibles, que amplían la productividad de la Torre.

Lucy se sube y baja perfectamente desde el principio. Evidentemente nunca la dejamos sola y estamos muy pendientes de lo que hace en la escalera. Ella no deja de ser un bebé y la base de la torre puede quedarse pequeña y dar un traspié como nos pasó una vez cuando todavía no estaba terminada la Torre. La cogí en el aire y no pasó nada, pero eso demuestra que hay que estar pendiente.

Todo este tiempo hemos estado utilizando la Torre de Aprendizaje para diversas actividades: exprimir zumo de naranja, hacer la merienda y los desayunos, echar Cola Cao en la leche, preparar cereales, "fregar" los platos, hacer trasvases de agua en el fregadero...

Está resultando un complemento genial para la vida práctica porque Lucy aprende y perfecciona cada día actividades diferentes. Si no tuviera la Torre no llegaría a lugares dónde puede aprender cosas nuevas. Incluso, si no tuviera su lavabo preparado (que ya enseñaré), podía utilizar la Torre de Aprendizaje para lavarse la cara, cepillarse los dientes o peinarse en el baño.

Según vaya creciendo, podrá realizar tareas más complicadas y tendrá más autonomía. Lo último que ha conseguido es untar crema de queso en pan con un cuchillo de mantequilla y estoy segura que en breve perfeccionará la técnica.

La Torre de Aprendizaje abre un mundo de posibilidades a los bebés y pienso que incluso les da seguridad y se sienten parte activa de momentos como preparar el desayuno. Hacerse su propia comida les hace sentirse orgullosos e incluso se comen lo que preparan con más ganas e ilusión.

Estoy segura que Lucy con el tiempo se convertirá no en una pinche de cocina, si no en toda una chef y nos hará hasta la cena, porque ganas no le faltan y tiene todo a su disposición para aprender lo necesario.

Si quieres fomentar la autonomía de tu bebé y que pueda realizar actividades nuevas que no podría practicar porque la encimera o el lavabo no están a su altura, no lo dudes, la Torre de Aprendizaje facilita el acceso a todo aquel lugar que tu bebé no puede acceder.

¿Tenéis Torre de Aprendizaje? ¿Cómo la utilizáis?

¿Os animáis a fabricar una?