Género: Suspenso.
País: Estados Unidos - Suecia - Reino Unido - Alemania.
Duración: 158 minutos.
Dirección: David Fincher.
Intérpretes:Daniel Craig, Rooney Mara, Christopher Plummer, Stellan Skarsgård, Steven Berkoff, Robin Wright, Yorick van Wageningen, Joely Richardson, Geraldine James, Goran Visnjic, Elodie Yung, Julian Sands, Embeth Davitdz.
"Con la esperanza de distanciarse de las consecuencias de una condena por difamación, el periodista Mikael Blomkvist se retira a una remota isla en el norte de Suecia, donde el asesinato sin resolver de una joven todavía persigue a su tío, el director de una industria, cuarenta años más tarde. Enclavado en una casa de campo en la isla donde el asesino puede que siga rondando, a investigación de Blomkvist lo arrastra hacia los secretos y las mentiras de los ricos y poderosos, y lo une a un aliada poco probable: la tatuada hacker Lisbeth Salander."
La cámara inquieta de Fincher se mete curiosa por todos lados, y nos deja escenas maravillosas, siempre atenta a los personajes y también se demuestra implacable en cuanto a las escenas violentas, filmadas casi con un sentimiento de incomodidad para con el espectador. Técnicamente, es maravillosa, la cinematografía es impresionante y el espíritu frío y aislado de Suecia se transmite directamente hacia el espectador: hay algunos planos que me quedaron grabados directamente en la retina.
Claro es que el guión de Steve Zaillian se permite acercarse más a la fuente narrativa de Stieg Larsson (aunque también deje en el camino ciertas líneas paralelas que, al fin y al cabo, no importaban demasiado), y así como la sueca dejaba varios cabos sueltos, acá Zaillian encara a la historia fielmente pero se permite darle una vuelta de tuerca al misterio principal, entregando una nueva resolución que no paree tan descabellada después de todo. Al enfocarse en los personajes principales de la trama, se dejan de lado un poco los secundarios que sí tenían algo de relevancia en la contrapartida sueca y quedan tal cual y como un cameo, pero de seguro veremos más de ellos en las más que posibles secuelas.
Rooney Mara es toda una revelación (para todo aquel que no la haya conocido antes) y el nivel de compromiso aportado es para aplaudir: no sólo se transformó estéticamente en Lisbeth Salander, sino que le puso todo el cuerpo al personaje, entregando facetas sensibles, ardientes, brutales y oscuras también; claramente, obviarla en las próximas entregas de premios sería contraproducente. Creo que le dio una imagen más inocentona a Lisbeth Salander en extrapolación con el excelente personaje bordado por Noomi Rapace.
Christopher Plummer, Stellan Skarsgård y Robin Wright derrochan calidad actoral, mientras que el desconocido Yorick van Wageningen se salda con un papel terriblemente difícil de una manera asombrosa. Todos tienen un plus ya que hablan inglés con un leve acento sueco, lo cual es raro, inusual e interesante.
Calificación: A